Modo oscuro
Idioma arrow_icon

Tormenta de antaño

Capítulo 19 (Parte II): Besos que retroceden en el tiempo

Llegué a fundirme entre sus brazos.

Me perdí entre besos.

Sentí cientos de años en una sola respiración compartida.

El amor infinito en segundos de caricias y furor.

No me importó cuantas identidades pasaron antes por esos labios, lo único que me importaba estaba allí, ahora.

Era demasiado afortunada que él siguiera estando allí, esperando por mí.

Sin importar quién fuera yo.

No se cómo fue que sucedió, pero pasé de estar arrinconando a Jinx a ser arrinconada; tampoco llegué a notar cuando amarré mis piernas a su cadera.

Besarle era mucho más fácil de ese modo.

Amé esa oscuridad, el misterio que incurría y la pasión que conllevaba.

Era como yo.

Y en sus brazos, se sentía como estar en casa.

― ¿Quién está ahí? ―preguntó Adam, sabía que era él ya que era el único con una voz tan grave.

Luego iluminó el pasillo con una linterna, revelándonos.

Fue la interrupción necesaria para explotar nuestra burbuja.

―Lo siento, yo pensé que alguien más se había metido. ―Carraspeó y apagó la linterna―. Ustedes sigan, con lo que estaban.... no dejaré pasar a nadie. ―Con ello se fue.

Casi en sincronía, Jinx y yo empezamos a reír.

Me carcajeé tanto que incluso llegué a llorar por ello y mi estómago dolía; así que tuve que obligarme a parar y Jinx también se detuvo. Lo escuché suspirar con fuerza y su cabeza cayó sobre la cima de mis pechos, era una posición algo íntima, pero no me importó, acaricié su cabeza y agudicé mis demás sentidos sintiéndolo todo, su tacto, su respiración, su calor, su aroma. Además del brillo melancólico de su aura.

―Voy a bajarte ahora. ―Advirtió para que no cayera desprevenida.

Me sostuvo con fuerza de la cintura y me dejó de pie a su lado.

Tomó mi mano de nuevo y continuamos nuestro camino hasta la entrada de las escaleras hacia el departamento. Una vez allí, Jinx puso la mano derecha en mi cuello y besó mi zona T.

―Saldré un momento al jardín, necesito respirar un poco a aire fresco. ―Yo asentí, Jinx me dio una media sonrisa algo débil, soltó mi mano y salió por la puerta corrediza.

No lo seguí, solo lo observé por el vidrio. Pasó sus dedos entre su cabello y apretó ligeramente su cabeza, jalándolos. Aspiró con fuerza y exhaló con lentitud, como lo harías cuando tratas de mantener la calma.

Intenté ver dentro de él para comprender que estaba mal; hace tan solo unos segundos todo estaba de maravilla, había dado y recibido los mejores besos de mi vida.

¿Que sucedía con él?

No obstante, la energía de Jinx era un misterio para mí, a veces me era capaz de leerlo todo, sus emociones, sus pensamientos, sus recuerdos; en otras ocasiones, él era como un muro de acero sólido, no podía ver nada a través de él.

Justo como ese momento. Dudé en lo que yo debía hacer ahora.

Podía subir y esperar a que él regresara a la normalidad o ir hasta allí e intentar entenderlo a la antigua.copy right hot novel pub

Comentar / Informar problema del sitio