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Un beso de verdad [GRATIS]

Capítulo 7: ¿Por qué debías casarte?

–Es complicado– respondió– antes salía con una chica, no era nada especial, pero su padre no la quería conmigo– me fue contando– ella tenía ideas completamente diferentes a las mías, ella se lo tomaba más en serio, así que su padre inició una especie de guerra entre sus hombres con los míos y la única forma que tenía para que detuviera todo, era casándome, mi padre y él acordaron que, si no me casaba dentro de un mes, la sangre se derramaría. Aquel hombre sabía que su hija se detendría si me veía casado, algo que en efecto ocurrió.

–Que cruel...–murmuré– suena que ella recibió la peor parte.

–No es mi culpa, ella fue quien involucró a su padre sabiendo las consecuencias– decía con indiferencia– y le advertí que eso podría pasar, solo que estaba empeñada en formalizar nuestra relación, incluso vivir conmigo, supongo que todo comenzó cuando se enteró de que tenía una casa aparte a la que ella conocía.

–¿Tienes una casa diferente? –pregunté extrañado.

–Claro, es muy diferente a la de mi padre, incluso más grande– me respondió– me mudé temporalmente con mi padre por este acuerdo.

–¿Por qué? –quise saber, podría vivir perfectamente en su casa.

–Mi padre dedujo que serías un chico difícil, eres de los pocos que no están obsesionados conmigo, así que en cuanto tuvieras oportunidad era probable que huyeras– me respondió– además, es raro que mi esposo viva a solas con mi padre– agregó– es por apariencia.

–Ya veo...–dije en un susurro mirando por la ventana.

No es difícil deducir que a mí tampoco me llevará a su casa, sería tonto de mi parte sacar el tema, después de todo, esto sigue siendo únicamente un acuerdo para él, estoy seguro de que perderemos todo contacto cuando podamos divorciarnos, aunque ¿por qué pasado unos dos meses? Es probable que la chica vuelva a insistir, claro, yo no lo haría, no volvería a decirle al chico que me gusta un "volvamos" cuando sé que se casó con otra persona, supongo que eso mismo piensan ellos, pobre chica, su único error fue enamorarse de quien no debía.

Supongo que no debo cometer el mismo error, por ahora me gusta, pero no puedo dejar que ese sentimiento se intensifique, sería molesto para él saber que me he enamorado, así que será mejor que no me ilusione por sus acciones.

No podía evitar pensar más de la cuenta, a Daniels no le importan los sentimientos de las demás personas, sería estúpido de mi parte creer que le importo, supongo que por ahora solo quiere sexo, sabe que no puede tener sexo con cualquier persona, creo que soy algo así como "lo que toca" y me molesta, me molesta mucho saber que en realidad solamente soy uno más.

En fin, pero no puedo enojarme, él hasta ahora no me ha dado motivos para enamorarme, quien ha comenzado a sentir algo por él he sido yo, jamás ha hecho algo con lo que pudiese decir "si le importo", ni siquiera por las vestimentas que me compró, ya que en realidad él únicamente desea que vista bien, quiere que tome una postura diferente, una completamente diferente a la que me gustaría.

Claro que aparenté que no me importaba, seguí como si nada estuviese perturbando mi mente, así que tras llegar a la casa de su padre le hice el almuerzo como dije que haría, de esta forma, trataba de demostrar que no me importaba, incluso trataba de decirle un "Yo no me voy a enamorar"

Lo bueno es que le gustó lo que le preparé, él parecía complacido por mi forma de cocinar a pesar de ser una comida común, ya que no sé cocinar comida gourmet, incluso mientras cocinaba me dio tiempo de hacer un postre y gracias a esto conseguí su aprobación, a decir verdad, me lucí con el almuerzo ¡me quedó delicioso! Y lo mejor es que, pude decirle un "Tu limpia" con una sonrisa burlona.

Daniels simplemente rodeó los ojos tratando de no sonreír, yo le estaba diciendo exactamente lo mismo que me dijo a mí, por ello, sé que no se podrá salir con la suya, de hecho, me senté en las butacas de la cocina mientras observaba como lavaba lo que ensucié.

–¿Puedo hacerte otra pregunta? –pregunté tras ver como terminaba de lavar.

–Hoy están muy preguntón– comentó dejando salir un suspiro.

–No, suelo preguntar mucho, solo que todas mis preguntas las responde Titán– dije bajándome del asiento para salir de la cocina.

–Ok, dime ¿qué quieres? –preguntó.

–Tengo curiosidad de saber cómo hiciste para conseguir a una chica días después del acuerdo, no eres romántico, tampoco amable ¿Cómo le hiciste? –quise saber a medida que caminaba al salón con tal de sentarme en uno de los sofás.

Daniels se sentó en uno de los sofás frente a mí, él apoyó uno de sus brazos en el borde del respaldar viéndose increíblemente irresistible, además aquella sonrisa que me dedicó tras oír mi pregunta me volvía loco, era molesta, expresaba diversión, pero es muy atractivo.

–Fue muy sencillo, quieras o no admitirlo, soy guapo– fue diciendo– muy guapo– agregó tras yo fruncir el ceño– y chicas como esas, se dejan llevar por, el coqueteo y el atractivo– explicó– además me mostraba caballeroso con tal de hacerla sentir especial.

–¿Caballeroso? –pregunté, no puedo imaginarme algo así– hm... no lo sé, eres muy pesado, molesto, arrogante, testarudo, engre–

–¿El punto es? –preguntó interrumpiéndome tras notar que no acabaría pronto.

–El punto es que no eres caballeroso– respondí– ¿qué tal si yo no hubiese aceptado? ¿Qué tal si no me hubiesen importado mis amigos? –Daniels sonrió.

–No íbamos a quedarnos con un no, así que habría actuado de una forma diferente con tal de convencerte, algo que como sabes, no fue necesario, no debo aparentar contigo gracias a eso– me respondió manteniendo la sonrisa– ahora bien– se levantó del sofá con tal de acercarse a mí– puedo ser muy encantador, te aseguro que podría convencerte de lo que yo desee– me aseguraba mientras acariciaba mis labios con su pulgar.

–O sea que el sexo de ayer lo planeaste–dije sin pensar.

–No, eso surgió solo– se inclinó a mis labios– y no estuvo mal...

–Pero no volverá a pasar– dije levantándome del sofá dispuesto a marcharme, solo que él me tomó del brazo y me apegó a su cuerpo de una forma un poco brusca antes de besarme.

Mis ganas de irme se marcharon, de hecho, le respondí el beso mientras se volvía más desesperado, incluso dejé que sus manos se dirigieran hasta mi trasero saltándose mis prendas, es decir, me está tocando por debajo de mi ropa interior, aunque solamente se centra en apretar mi trasero como si fuese una masa de pan.

El beso es muy bueno, su lengua pide permiso para entrar en mi boca, traté de apartarlo, solo que mi deseo por él me llevó a deslizar mis manos por su pecho con tal de subir por sus hombros. Al hacer esto él me levantó del suelo obligando a mis piernas a rodearse en su cintura, incluso rodeé mis brazos alrededor de su cuello y el deseo se desató por completo.

Los besos se volvían desesperados, él demostraba que me deseaba, parecía desesperado por apegarse contra mi piel, incluso apretaba con más firmeza mis nalgas hasta que entonces cortamos el beso, un hilo de saliva nos unía, era demasiado erótico verlo a los ojos, lo mejor es que cortó aquel hilo de una forma sexy tras deslizar su lengua por su labio inferior, no entiendo como algo así se puede ver tan atractivo, aunque no pude pensar demasiado en ello, ya que nos volvimos a besar, incluso llevé mi mano hasta su entrepierna y desabroché su pantalón con tal de no quedarme atrás.

Daniels no me detuvo, él en realidad se mantenía pendiente en hacerme desear más besos, por ello, cuando abrí su pantalón metí mi mano por dentro de su ropa interior y toqué su pene dispuesto a llegar hasta el final, aunque debía ponerlo de pie, algo que me llevó a masajear la zona.

Yo estaba jadeante, cuando cortamos el beso, sus labios se dirigieron a mi cuello obligándome a sostenerme de su cuerpo, ya que él apegó su entrepierna contra la mía para frotarnos por encima de la ropa. ¡Qué delicia! Mis mejillas se sintieron calientes, sentía que la ropa estaba sobrando, mi cuerpo estaba en llamas, sin embargo, oímos a lo lejos como la puerta se abría.

–Mierda...–suspiró mirando en dirección a la puerta sabiendo que era su padre.

Yo no pude evitar sonreír y alejarlo de mi cuerpo mientras que él se abrochaba su pantalón con una semi erección un tanto notoria, me divertía la situación, así que me hice presente viendo como su padre parecía cansado.

–Hola– saludé con una sonrisa notando como Daniels se hacía presente detrás de mí.

–Hola ¿qué hacían? –preguntó dejando sus llaves en la mesita de la entrada en donde había unas figuritas– se supone que no hay nadie ¿por qué aún no se han matado? –preguntó acercándose.copy right hot novel pub

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