Modo oscuro
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Una humana para el rey

Capítulo 13 – Es mi todo

-Tengo que hablar con el rey, por favor comuníqueme con él - el guardia lo miró de pies a cabeza e hizo una mueca de asco

-¿Usted quiere hablar con el rey? - Erthe asintió - Esperé, ¿su nombre?

-Erthe Lompo.

-Esperé aquí

El guardia salió de ahí dejando a Erthe mirando las grandes rejas que lo separaban de su hija, aquellos que la encarcelaban y la escondían de su propio padre.

Temía por ella, su pequeña Minesa era su todo, quería dejar la cobardía de lado y ser fuerte por ella.

Por su pequeña hija.

Luego de unos largos minutos apareció nuevamente el guardia, sacó de sus bolsillos una llave y abrió la reja dejando pasar a Erthe.

-Lo espera en su despacho, sígame - el guardia lo guio por el castillo, caminaron por un pasadizo solitario hasta llegar a una gran puerta que tenía grabado el rostro de una bestia.

"Que horror" - pensó Erthe recordando como en su pueblo algunos bendecían a las bestias y otros maldecían su existencia que los privo de la libertad, del goce y la dicha en sus vidas

-Pasé - una voz ronca, el cual reconoció como la voz del rey, se sintió intimidado, aparto aquella sensación de su cuerpo y abrió las grandes puertas suavemente

Recorrió con su mirada todo el lugar, un lugar opaco y frío, a una esquina se encontraba el rey mirando un libro.

-Mi rey - hizo reverencia Erthe

-Erthe que bueno verte, dígame ¿para que soy bueno? - su voz era calmada

-Minesa mi hija, ¿dónde está? - se le formó un nudo en la garganta de imaginarse a su hija triste y asustada

-En su alcoba durmiendo, ¿desea verla? - Erthe asintió

-Con una condición

- ¿Cual mi rey?

-Deme la mano de Minesa en matrimonio y le juró que nunca la haré llorar, ella es mi todo, se lo juró – el rey se arrodilló mirando con tristeza a Erthe - hoy pude ver en los hermosos ojos de Minesa el miedo que sentía, no deseo que sufra, sino que sea feliz, yo realmente la amó

Aquella confesión dejó a un Erthe atónico y sintiendo como su corazón se encogía ante sus palabras.

-Mi rey

-No me la quité, no soy nada sin ella – pronuncio el rey mientras iba dejando caer una lágrima

El rey seguía arrodillado, su mirada mostrada tristeza pura y arrepentimiento.

-No sé qué decir, es muy raro que usted la amé así de rápido - Erthe seguía en shock ante las palabras y aquella posición del rey

Él no debería estar arrodillado aclamando algo que con crueldad podría tomar como suya, pero ahí estaba, de rodillas con el corazón entre sus manos y palabras entristecidas en sus labios.

-Fue a primera vista Erthe, ella y su mirada tan tierna, su sonrisa y su ternura me enamoraron. Ella es mi salvación y mi calma - fijó su mirada en Erthe - no me alejé de ella por favor.

Era impresionante ver a un rey arrodillado ante un campesino, muchos lo criticarían y lo tratarían mal, pero esta vez él lo hacía por un motivo, por el amor, porqué hasta la bestia más fría del mundo puede amar

El amor puede calmar el odio, siempre y cuando sepas lo que es amar.

-Ella es una niña, mi rey, ella aún… - la puerta fue tocada desesperadamente interrumpiendo las palabras de Erthe, el rey se paró rápidamente.

-Pasé - habló el rey mientras bruscamente limpiaba sus mejillas, entro Josek con un porte de preocupación.

-Mi rey - hizo reverencia - acaba de llegar esta carta

En sus manos tenía un sobre color miel, con un sello muy extraño.

-¿De parte de quién? - habló el rey tomando entre sus manos la carta

-De Orión Casul - aquel nombre era de terror, aquel hombre era la propia muerte, era su enemigo y alguien que escondía secretos

-Tenemos que ponerlo a salvó señor Erthe, a usted y a Minesa - la voz del rey tembló, algo malo se avecinaba y no era por alguna enemistad del pasado

Algo que el pasado se encargó de tornar oscuro. copy right hot novel pub

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