Subimos al auto y durante todo el trayecto no dice nada, pero puedo sentir que está bastante molesto, llegamos a la casa y para mi sorpresa me deja ir sin decir nada más, subo rápidamente a mi habitación dónde ya me está esperando Mia quien me ayuda a deshacerme de este vestido, antes de irme a dormir decido darme una ducha ya que siento como mi cuerpo está impregnado a olor a tabaco. Después de una ducha rápida, me seco el cabello y me pongo un camisón rojo de seda para acto seguido meterme a la cama.
Massimo
Cuando veo como Renzo se acerca hasta ella y la forma en que posa sus labios sobre su mano unos celos indescriptibles me invadieron, por eso decido tomarla en mis brazos y besarla para demostrarles a todos los presentes que con la mujer de Carluccio nadie se mete, después de discutir con ella sobre que tanto Renzo como yo solo queremos llevarla a nuestra cama, veo claramente que esta furiosa así que decido que es momento de regresar a la casa, en el auto no nos dirigimos la palabra y cuando llegamos a la casa ella sube rápidamente hasta su habitación, yo por mi parte me dirijo a tomar una ducha para poder relajarme y despejar la mente después de todo lo acontecido esta noche.
Estoy en la cama dando vueltas sin poder dormir a causa de recordar cómo se veía Lilibeth esta noche, no lo soporto más por lo que decido levantarme e ir hasta su habitación solo para verla, cuando entro a su cuarto ella esta plácidamente dormida, tomo asiento en una silla alejada de la luz de la luna que se filtra por la ventana, después de alrededor de 10 minutos esta se despierta para ir al baño está tan dormida que no ha reparado en mi presencia ni cuando vuelve para dormir de nuevo, pero verla pasar en ese camisón hace que no me pueda controlar y decido salir de las sombras.
- ¿Quién está ahí? -Pregunta en cuanto se percata de mi presencia.
-Soy yo fierecilla -Me acerco a ella hasta posarme en su cama, esta me mira un poco desorientada parece que aún no ha despertado por completo cuando logra reaccionar ya es demasiado tarde estoy sobre ella, tomo sus brazos por encima de su cabeza y comienzo a besarla con desesperación hasta que ella no puede más y deja paso a mi lengua, bajo mis labios hasta su cuello dejando besos húmedos a mi paso y bajo hasta su clavícula, sigo bajando hasta posarme sobre sus senos los cuales siguen cubiertos por su ropa comienzo a mordisquearlos ligeramente dejando la tela húmeda, ella comienza a retorcerse bajo mi cuerpo supongo que se debe por el deseo de dejarse llevar ante esto que nos está sucediendo.
Bajo un poco su camisón dejando expuesto uno de sus senos y me lo llevo a la boca saboreándolo ella por su parte comienza a gemir volviéndome aún más loco, bajo mi mano libre hasta posarme en sus muslos y comienzo a subir lentamente su camisón sintiendo como ella comienza a temblar cuando bajo sus bragas, enseguida meto uno de mis dedos en su intimidad haciendo que de un pequeño brinco.
-Por favor, Massimo detente -Sigue retorciéndose debajo de mí, pero la ignoro para después bajar mi pantalón junto con mi bóxer y restriego mi hombría contra su intimidad -Te deseo más de lo que imaginas -Y vuelvo a posar mi boca sobre su otro seno succionándolo, pero cuando la escucho llorar me detengo, la miro y me doy cuenta de que todo este tiempo estaba tratando de alejarme de ella, suelto sus brazos y en seguida se aparta de mí cubriendo su cuerpo con la sabana.
-Tengo que irme, yo… yo lo siento -Salgo rápidamente de su habitación y me siento como un completo idiota la estaba forzando y Massimo Carluccio nunca ha obligado a una mujer a estar con él, regreso a mi habitación, me siento en el borde de la cama culpándome por lo que estaba a punto de hacer y ahora si estoy seguro de que nunca podrá perdonarme.
Lilibeth
Cuando sentí como Massimo me presionaba contra su cuerpo por un momento me sentí acalorada y quería perderme en el deseo de que me hiciera suya, pero aún no me siento preparada para entregarme a él si bien antes ya he tenido intimidad con mi ex con este hombre es diferente no quiero ser solo una mujer de un rato; trato de zafarme de su brazo, pero me sujeta tan fuerte que me es imposible.
Inconscientemente dejó escapar un gemido y esto lo vuelve aún más salvaje hasta que no puedo evitarlo más y comienzo a llorar no es así como me he imaginado entregarme a él (y vaya que me he imaginado haciendo el amor con este hombre) al escucharme llorar reacciona, me suelta mientras me pide una disculpa para después salir de mi habitación, me levanto rápidamente y cierro con llave no quiero que vuelva a entrar.
Lo que resta de la noche no puedo dormir y solo me abrazó las piernas mientras veo como por el otro lado de la ventana comienzan a asomar los primeros rayos del sol.
Al siguiente día Mia toca a mí puerta para decirme que el desayuno está listo, pero no me siento preparada para enfrentarme a Massimo después de lo sucedido la noche anterior por lo que le pido de favor si puede subir mi desayuno, todo ese día me la pasé encerrada en mi habitación y también pedí le informarán a mi entrenador que no me visitará hoy no tengo ganas de ver a nadie.
-Señorita ¿Se encuentra bien? Ayer por la noche cuando llegó estaba bien ¿Qué ha sucedido? -Pregunta Mia preocupada por cómo me encuentro.
-Si estoy bien Mia, gracias por preguntar solo que hoy no tengo ganas de nada, ¿Podrías traer a Alex? -Quiero abrazarlo es el único que me da fuerzas para seguir aquí, él es mi puerto seguro.copy right hot novel pub