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Una madre para mi hijo

CAPÍTULO 18. SIN RIESGO

Lilibeth

Han pasado poco más de dos meses desde que nos enteramos de mi embarazo y fiel a su palabra en todo este tiempo Massimo no me ha permitido estar deambulando por la casa como solía hacerlo antes y con lo cual me muero de aburrimiento, tampoco ha deseado que tengamos intimidad por lo que no aguanto las ganas de estar con mi marido así que he decidido sorprenderlo está noche.

Hoy tengo que visitar a Carlo para que vea cómo va mi embarazo, por lo que Franco me lleva hasta el hospital no le pedí a Massimo que me acompañara dado que tengo que hacerle unas preguntas un tanto vergonzosas al doctor y no quiero que él esté presente, en cuanto me llaman paso a su consultorio y me recibe con una sonrisa.

-Buenas tardes, señora ¿Cómo se encuentra? ¿En estos meses ha tenido alguna molestia? -Pregunta mientras comienza a escribir en su computador.

-Buenas tardes, doctor, no después de ese accidente todo ha estado bien, no he tenido ninguna molestia, solo algunas náuseas y un poco de vomito matutino, pero solo eso -Me mira un momento después me pide que me recueste en la camilla y procede a realizarme una ecografía, después de un rato escuchamos el latido de mi bebé y no puedo evitar derramar algunas lágrimas.

-Bien señora el riesgo de un aborto ya paso, pero de igual forma necesito que se siga cuidando, es importante acudir a todos sus chequeos mensuales y si presenta alguna molestia es libre de venir en cualquier momento, ¿Tiene alguna duda? -.

-No, bueno solo… solo me gustaría saber si ¿puedo realizar cualquier tipo de actividad sin afectar la salud de mi bebé? -.

-Sí, solo es importante que si sale a caminar es bueno que de vez en cuando se tome un descanso -Lo miro y asiento, aunque a decir verdad no me refería a ese tipo de actividad.

-Lo entiendo, pero me refiero a otro tipo de actividad, por ejemplo, mantener intimidad con mi esposo -Siento mi cara enrojecer por la vergüenza.

- ¡Oh! Sí, claro también no hay ningún riesgo para el bebé, el que mantenga intimidad con él no le afectará en lo más mínimo -Cuando menciona esto suelto un pequeño suspiro de alivio, pero al verlo sonreír no puedo evitar morir de la vergüenza -Bien si eso es todo, la espero el próximo mes, me gustaría que Massimo la acompañe -.

-Sí doctor, es sólo que hoy tuvo un asunto urgente y no pudo acompañarme -Desvío mi mirada la verdad es que el no tuvo ningún contratiempo no le informe que vendría, quería venir a solas para hablar libremente con el doctor.

Salgo de su consultorio y me dirijo donde Franco me espera, ya en la mansión me encuentro con un Massimo furioso que me espera en las escaleras.

- ¿Se puede saber a dónde fuiste? -Veo que intenta mantener la calma.

-Tenía cita con Carlo, era mi revisión -Entrecierra los ojos ante lo que acabo de decirle.

- ¿Y por qué no me avisaste? Tengo derecho a ir contigo a todas tus revisiones -Me acercó a él y enredo mis brazos alrededor de su cuello.

-Lo sé amor, pero estabas muy ocupado no quería estresarte más -Lo inclino hasta que nuestras bocas se unen y comenzamos a besarnos sin preocuparnos de quienes estén presentes.

-Es suficiente Lilibeth -Se separa de mí, pero me doy cuenta de que él también me desea.

-Por cierto, mira es nuestro bebé -Le muestro la ecografía que me hicieron y todo su enojo desaparece en cuánto lo ve -Ya quiero tenerlo en mis brazos -Le confieso.

-Espero que se parezca a ti -Su mirada se suaviza y me da otro beso pequeño mientras con su mano acaricia mi vientre.

-Carlo me dijo que ya puedo hacer todo tipo de actividad -Espero que capte el significado de esto -Siempre y cuando me tome un poco de tiempo para descansar, así que ya podré dejar esa habitación -Está a punto de contradecirme cuando suena su celular y tiene que atender la llamada por lo que aprovecho y me escabulló a la cocina donde les ayudo a preparar una deliciosa comida.

Después de terminar subo a buscar a Alex para bajar a comer juntos, lo traigo en brazos y a mitad de la escalera escucho un grito que me hace dar un brinco.

- ¡Lilibeth! ¿Qué crees que estás haciendo? Dame a Alexandre yo lo llevo, tu no debes hacer esfuerzos -Veo a Massimo detrás de mí y no puedo evitar ponerle los ojos en blanco, es un exagerado.

-Esto no me hará daño, ya te dije que estoy bien -Llega a mi lado y lo toma con un brazo mientras con el otro me acerca más a él -Además extraño poder cargarlo y sé que él también me extraña, míralo -Y era verdad Alex intentaba darme sus bracitos

En cuanto llegamos al comedor me lo devuelve haciendo que ambos estemos felices nuevamente. Después de comer salgo un rato al jardín con Alex y Massimo se vuelve a encerrar en su despacho para seguir trabajando hasta tarde como todas estas semanas.

Massimo

En cuanto me entero de que Lilibeth no se encuentra en la mansión me vuelvo loco de la preocupación.

- ¿Por qué no me informaron que salió? -Encaro a mis hombres.copy right hot novel pub

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