Massimo
Lilibeth y yo vamos discutiendo cuando sin previo aviso siento un golpe en el auto el cual comienza a girar y golpea otro auto, asustado trato de proteger a mi mujer, pero es muy tarde se ha golpeado la cabeza haciéndola caer inconsciente, cuando estoy a punto de salir del auto siento un golpe en la cabeza y pierdo el conocimiento.
Cuando despierto Lilibeth está muy asustada y pregunta algo sobre un arma, en cuanto sigo la dirección de su mirada veo un arma que no reconozco en absoluto dado que no es mía. Busco con la mirada el auto que golpeamos, bajamos en seguida para ver cómo se encuentra el chófer, sin embargo, lo que vemos a continuación ninguno lo esperaba.
Veo el cuerpo inerte de Renzo Lombardi y por si fuera poco le han dado el tiro de gracia, viendo bien las marcas de los casquillos estoy seguro de que estas corresponden con el arma que tenía entre mis manos hace unos instantes, por lo que no puedo evitar maldecir, esto es una trampa alguien lo tenía todo planeado.
Lilibeth por su parte comienza a llorar, siento como se desvanece un poco y la tomó entre mis brazos. Realizó otras llamadas y en cuanto llegan mis hombres los dejó que se encarguen de todo, así como de informarle a Giuseppe Lombardi la muerte de su hijo, no puedo quedarme y hablarlo con él dado que llevaré a Lilibeth a que la revisé Carlo no me gusta para nada como se encuentra.
En cuanto llegamos al hospital en el cual trabaja, lo busco y ya nos está esperando en su consultorio.
-No es necesario, me encuentro muy bien -Comenta Lilibeth con un susurro.
-No estaré tranquilo hasta que te revisé y además tienes un fuerte golpe en la cabeza -La tomo de la mano antes de tocar a la puerta de Carlo, quién nos permite pasar y le explico todo lo sucedido.
-Bien entiendo, dígame, señora a parte del golpe ¿algún otro malestar? -.
-Bueno solo un pequeño dolor en mi vientre, pero supongo que se debe al golpe que recibimos -Carlo la mira como evaluando su respuesta, anota algo y luego se llevan a mi mujer para realizarle algunos estudios.
Estoy demasiado nervioso esperando noticias de Lilibeth dando vueltas alrededor del cuarto que nos han dado lo cual me parece muy extraño ya que solo sería una revisión, la veo entrar en una silla de ruedas y me acerco a ella.
- ¿Cómo estás amor? ¿Cómo te sientes? -Me preocupa la veo bastante pálida.
-Tranquilo mi amor, estoy bien -La ayudó a que se acueste en la cama y la abrazo – Nos quedamos así por tanto tiempo que cuando tocan a la puerta Lilibeth da un pequeño brinco, les permito que entren y veo a Carlo sosteniendo los resultados de mi mujer.
- ¿Cómo está ella? -Me apresuró a preguntarle.
-Tranquilo están bien -Me sonríe y prosigue -Sobre el golpe en la cabeza no hay de qué preocuparse no fue nada grave, le dimos unas cuantas puntadas; por otra parte, es una suerte que no le haya pasado nada al bebé son muy afortunados.
- ¿Bebé? -Preguntamos ambos, siento como mi cara se desencaja debido a la sorpresa.
-Sí, tu esposa tiene alrededor de 4 semanas de gestación, bien lo importante es que por ahora tenga reposo nada de ir y venir dado que por el golpe que sufrió pone en riesgo su embarazo, por lo menos hasta que cumpla el trimestre es lo más recomendable ¿Me han entendido? -Pregunta con gesto amenazador.
-Sí doctor – Carlo se despide dejándonos solos -Amor yo no…. Yo no sé qué decirte… yo… yo quiero tener a mi bebé -Dice con lágrimas en sus bellos ojos y acunando su vientre entre sus delicadas manos como tratando de protegerlo de mí.
- ¿Qué estás insinuando Lilibeth? ¿Crees que sería capaz de pedirte que abortes a mi bebé? -Digo molesto ya que en ningún momento está idea ha cruzado por mi mente.
- ¿Entonces no estás molesto por mi embarazo? -Niego con la cabeza -Es que te veías muy raro y por un momento pensé que no lo querías, sé que es una sorpresa para ambos, ya que no lo habíamos planeado -Derrama unas cuantas lágrimas, tomó su cara entre mis manos y la beso.
-Claro que no, no estoy molesto es la mejor noticia que me han dado y este es el mejor regalo que has podido darme un hijo tuyo o mejor dicho nuestro -Me acercó hasta su vientre y lo beso -Aun no te conozco, pero ya te amo -Le digo a mi bebé.
Tenemos que quedarnos en el hospital por lo menos unas cuantas horas más para descartar cualquier trauma, cosa que agradezco no quiero que le suceda nada malo a mi mujer ni a mi bebé.copy right hot novel pub