LUCIANA
No podía creer que estuviera aquí con él, parecía un sueño del que no había despertado.
Habíamos tomado asiento, pero aún seguía embelesada por el entorno, por él. Pero también tenía que poner los pies en la realidad, recordar que aún las cosas no se arreglaban del todo. Aún faltaba que aclarábamos el asunto que teníamos pendiente.
No quería estropear este momento, pero teníamos que hacerlo, Erick me confundía, no creí que fuera a preparar algo así, en este instante lo único necesitábamos era hablar.
— No puede faltar tu lado romántico, para lograr reconquistarme — digo con una sonrisa.
Se que esa era su intención, y no es que no me gustara, pero preferiría que aclaramos todo de una vez.
— Tú sacas lo bueno de mí, y también lo cursi. — dice mientras sonríe.
— Erick, necesitamos hablar y resolver lo que quedó inconcluso.
Era el momento de hacerlo, aunque él no eligió uno bueno para una cita romántica. La verdad era más mi interés por escucharlo, saber que tenía para decirme, quería sentirme de una vez relajada a su lado, sin ninguna preocupación por estar con un hombre casado.
— Lo haremos — responde — Pero primero disfrutemos de esta velada. Y ya después hablamos de todo lo que tú quieras saber.
Posponer nuestra plática nuevamente no era algo que me agradaba. Tanto había insistido para que saliera eligiendo primero una cita. Me encantaba este momento, pero prefería saber de una vez que me tenía que decir, si tanto insistió algo bueno tendría para compartir. Aunque si estado despreocupado me lo decía todo, aún así necesitaba saberlo.
No volví a pedir que habláramos del asunto, así que solo por este ocasión dejé mis pensamientos y disfruté junto con él este momento.
Nuestra cena solo fue entre pláticas más calmadas. Él me preguntó por mis hermanos, y yo le conté lo que sucedió cuando Olivia y Mike los habían adoptado. También le dije que ahora vivía con Rebecca en un departamento donde las dos compartíamos los gastos.
Le dije que dentro de unas dos semanas los tendría aquí, ya que les había prometido a mis mostrillos que en sus vacaciones los llevaría de viaje a la playa, pero como iba a trabajar todo este tiempo pues planes con Rebe y Alex que los dos pequeños vinieran con mi amiga.
Pero al nombrar a Alex, él cambió su semblante a uno serio. Estaba muy atento y animado escuchándome, no entendía alteración repentina.
— No crees que tu relación con él es más que de jefe y empleada — no parecía pregunta, había afirmado.
— Por supuesto, él es mi amigo. Ya te lo había dicho. — respondí.
¿Por qué se ponía en esa actitud?
— Y yo te dije que a él no le interesas como una empleada o una amiga, si no de otra forma — su tono no me agradaba, se escuchaba celoso e irritado.
Conocía sus celos, ya lo había vivido una vez como cuando Liam intentó conquistarme y él se enteró de ello.
— ¿Qué tratas decir? — pregunte molesta — Alex solo es mi amigo, alguien que a estado ahí para mí cuando más he necesitado.
— Ah ahora entiendo, quizás si sientas algo más por él y no te hayas dado cuenta. Tal vez hasta lo reemplazante por mí. — sigue con su tono molesto.
Esta cena se estropeado, lo que temía. Pero el asunto fue otro.
— Creí que habías dejado tus tontos celos atrás. — digo disgustada.
— ¿Mis tontos celos?, crees que es fácil ver como otro hombre signifique más para ti que yo, que tu "amigo" — lo remarca — Le hayas permitido que este en tu vida, mientras a mi me desterraste de ella.
— En ningún momento dije que significara más para mí — levante un poco la voz — Solo que él no me dejó cuando más necesite un apoyo, un hombro en donde llorar — dije un poco más calmada.
— Te recuerdo que yo no fui el que te dejó. — ahora era él, el que se alteraba — Tú te fuiste y te marchaste por tu cuenta. Sin importar como me sentía y como me habías dejado destrozado cuando te marchaste.
Esta platica se había convertido en una discusión, ya se mos había ido de las manos y ninguno de los dos podía controlarse, era como si estuviéramos sacando todo lo que llevamos guardando durante meses.
— Ahora es mi culpa que tú me hayas engañado y ocultado de que seguías casado con la madre de Elián. — suspire cansada.
En vez de arreglarse el problema se estaba desacomodando más.
— Porque tú no me quisiste escuchar, si lo hubieras hecho todo sería diferente. — dice — Seguiríamos juntos.
— Dudo que sucediera eso — logro decir.
Me puse de pie, quería retirarme de ahí, esta cita ya no tenía sentido.copy right hot novel pub