LUCIANA
Erick me había contado todo sobre la relación que tuvo y dejó de tener con la mamá de Elián. La verdad me sentía aliviada, era algo que estuve esperando mucho a escuchar. Saber que esa mujer ya no significaba nada para él, que no era nada en su vida, más que la madre de su hijo.
Quizás ya podríamos estar juntos, pero aún así pensé que probablemente era muy pronto para regresar a donde nos habíamos quedado. Había esperado esto, volver a estar con él, se su novia otra vez. Pero tenía miedos, muchas inseguridades. No soy perfecta.
Mi miedos, son normales pero aún así sentía que eso podría afectar para avanzar. Erick es un hombre adulto y preparado, en cambio yo soy una joven de casi veinticinco años aprendiendo a experimentar el mundo, una vida por delante.
Él posiblemente quiera tener una esposa, una familia, un futuro seguro. Y no es que no quiera tener una vida así, el detalle es que aún no estoy lista para casarme y mucho menos tener hijos.
Tengo dueños, metas que cumplir. Con Erick deseo absolutamente todo... pero siento que aún no es tiempo, que necesitamos primero disfrutar nuestro amor y conocernos más.
Tal vez me esté adelantando a los hechos, y él ya no quiera compromisos formales, si es así comprenderé, pero algún día tendremos que hablarlo, ya que este preparada para dar ese gran paso.
*****
A la mañana siguiente Erick me invitó a desayunar en uno de los restaurantes del hotel. Como siempre se portaba caballero, atento y dulce. El era mi príncipe azul, y lo mejor de todo, es que era real.
Nos encontramos sentados en una mesa algo muy retirada de las de más personas que comían en ese lugar.
Él siempre hacía que tuviéramos nuestro espacio privado. Se que es un poco serio y no le gustaba mucho relacionarse con el público pero se que también lo hacía por mí, para que me sintiera cómoda.
— Qué prefieres primero, ¿la sorpresa 1 o 2? — preguntó.
Mientras esperábamos que llegara el mesero con nuestra orden, él apagó su celular y lo guardó en su bolsillo de sus bermudas.
Hoy estaba vestido casual, una camisa lisa, desabotonada casi a mitad de pecho, unas bermudas azul marino que hace juego con la prende de arriba, y zapatos cómodos tipo vans. Vistiendo sencillo también se ve guapísimo.
— Como voy a elegir si no se que sorpresas son. — respondí.
No tenía ni idea de que había planeado Erick. Ayer antes de despedirnos, cuando me acompañó hasta la puerta de mi habitación me dijo que quería llevarme a varios lugares. Pero yo al principio me negué, no podía irme a divertir si se supone que había venido a trabajar, no de vacaciones.
Insistió y dijo que ya había arreglado todo, y que no aceptaba un "NO" por respuesta. Como siempre muy exigente y algo controlador. Pero aún así lo amo.
Y claro nunca puedo contra su terquedad, por eso no me quedo más que aceptar.
— Solo te daré unas pistas, una de cada una y tú me dices cual prefieres.
Definitivamente este hombre era puro misterio, le encantaba darme sorpresas, pero mientras fueran buenas todo estaba bien.
— Bien.. — acepte.
— La primera es mar, y la segunda cielo. — dice con escasa información.
Por Dios, eso no era mucho de ayuda.
— ¿Solo eso?, necesito más.
Él negó con la cabeza mientras sonreía.
Ah así que le divierte.
— Lo siento, tienes que elegir con solo eso que te ofrecí.
Entrecierro los ojos para verle, le encantaba dejarme en suspenso, y yo por una parte me desesperaba pero no se porque también me gustaba su lado misterioso y detallista.
— Supongo que elijo el mar — me encojo de hombros — Me encanta más.
— No te preocupes, podremos ir a los dos lugares. Pero primero iremos al que tú elegiste — me guiña un ojo.
Me sonrojo, es como si fuera la primera vez que lo hacía, no dejaba de sentirme así con él. No era pena, era nervios dr todas las sensaciones que provocaba en mí.copy right hot novel pub