LUCIANA
El lugar era hermoso y agradable algo tranquilo y refrescante con la brisa del mar que nos recibía. Era un restaurante con vista a la playa, pero lo que me confundió fue ver que el sitio estaba casi solo, muy pocas personas merodeaban por allí.
El lugar era pequeño pero muy bonito, estaba completamente solo. Al entrar vi que solo había algunos empleados en la zona. No era muy tarde y no comprendía porque un restaurante tan hermoso estaría desolado.
Un joven vestido de mesero nos recibe y sin preguntar ni nada nos guía a una de las mesas que están junto al gran ventanal que muestra el hermoso mar.
Erick saca la silla para que me siente y después de ello gira para irse al suyo y quedar frente a frente.
El restaurante está decorado un tema costero y algo rústico, dándole un pequeño toque elegante pero sin perder su sencillez. Era precioso y cómodo. Mis ojos se van a cada rincón del lugar.
—¿Te gusta? —preguntó Erick.
Giro para verle, estaba sonriendo mientras me miraba. Asiento en respuesta.
—Sí, es muy hermoso. Solo que..
Me seguía preguntando cómo era posible de que estuviera solo.
—¿Pasa algo malo?
Niego con la cabeza.
—No, nada de eso. Solo me preguntaba porque un lugar tan bonito como este y con una vista así tan perfecto —señaló la ventana que mostraba el mar —Pueda estar solo, sin nadie cenando aquí. Si por mi fuera vendría todos los días.
La sonrisa de Erick se amplía más mostrando un poco de su dentadura perfecta. Están guapo y más cuando sonríe de esa manera.
—Este restaurante es muy visitado, más por los turistas —lo miro confundida —Pero solo por esta noche pedí que cerraran temprano. Para así poder tenerlo para nosotros solos.
No esperaba eso, bueno con él podía pasar de todo, pero aún así seguía sorprendiéndome.
—Pero.. no era necesario. Yo..
Me corta antes de continuar.
—Sí lo es —toma mi mano que estaba apoyada sobre la mesa y fija sus ojos en los míos —Esta noche es especial y quiero hacer que sea inolvidable para ti. Si es necesario bajarte las estrellas lo haré.
Mi corazón pálpito frenéticamente por sus dulces palabras y por su tierna mirada que no me dejo en ningún segundo. Estaba completamente enamorada de este hombre, él podía poner el mundo de cabeza si se lo pedía y eso me emocionó mucho, pero era claro que yo jamás le pediría tales cosas.
Unos minutos después el mesero nos atendió y nos entrego los menú para ordenar nuestra cena. El servicio era rápido y cortés, tanto que en menos del tiempo que tenía pensado llegaron con nuestros platillos, pero antes de eso ya habían traído una botella de vino tinto.
Todo en el menú se veía delicioso, pero sus platillos más conocidos eran los filetes de pescado. Yo me consideraba una amante de la comida, por eso no había peros en mí. Así que me decidí por una trucha salmonada en limón. Se miraba exquisito.
Mientras comíamos nosotros filetes y bebimos nuestro vino. Erick me comenzó hacer unas preguntas.copy right hot novel pub