LUCIANA
Trago saliva con sentimiento y el dolor en mi pecho se instala con fuerza, dejo el portarretrato de la fotografía de mu pequeña hermana sobre mi regazo y cierro los ojos. El sollozo se escapa de mis labios sin poder evitarlo.
Esto me consumía. El no saber nada de ella, el pensar que pudiera estar en peligro y aterrada de miedo, esto era devastador tanto como para mi familia como para mí. Mateo de había quedado dormido acurrucado en mis brazos, el llanto y el cansancio lo venció y cayó rendido. Mi pequeño hombrecito estaba deprimido y se sentía solo, por esa razón fue que me quedé esta noche en casa de Olivia.
Se escucharon unos pasos acercándose a la habitación. Abren la puerta pero antes dan unos golpes suaves. Es Rebecca, su rostro muestra angustia cuando asoma la cabeza y mira la escena donde ve a mi hermano durmiendo abrazado a mí mientras yo sostengo el retrato de mi princesa.
Me mira en silencio, entra y se sienta a mi lado.
—Todo saldrá bien, ya lo verás. Todos ayudaremos en su búsqueda —pasa su brazo por mis hombros para acurrucarse junto a nosotros.
Cierro los ojos y lloro por unos minutos. Ella no dice nada, sabe lo que mis hermanos significan para mí, que esto es lo que más me hace derrumbarme.
—Debes ser fuerte, él te necesita más que nunca —inclina la cabeza hacía Mat, para referirse a él —Se que soy la menos indicada para decirte este tipo de cosas, pero este no es el momento para dejarse caer, ella sigue con vida y allí afuera, esperando a que la rescaten.
Mi amiga tenía razón, no debía dejarme caer y mucho menos deprimirme cuando en estos momentos me necesitaban más mis hermanos. Ellos eran pequeños y vulnerables, y yo era su hermana mayor, la que debió cuidar y protegerlos, y he fallado en ello.
—Tienes razón, estoy consciente de ello. Pero es que no puedo evitar que me duela —se me corta la voz en cada palabra.
—Nadie ha dicho que no te duela lo que les pase a tus hermanos. Solo no dejes que este dolor sea más fuerte que tú, y te derrumbe como pasó con Ray.
La pérdida de mi angelito me había dejado una huella imborrable, aún lloraba su pérdida con cada recuerdo o al ver sus fotografías que tenía guardadas en uno de los álbumes.
—Por él y por mi pequeña Amy, jamás me dejaré caer, si es posible la buscaré hasta por tierra y mar, a dónde sea iré. No descansaré hasta que la encuentre. Se lo he prometido a Mat, y a mi misma —ella me muestra una leve sonrisa, pero su rostro seguía cargado de preocupación.copy right hot novel pub