Chloe ni siquiera miró a su cara.
Se puso el abrigo, cogió el bolso y caminó hacia la puerta.
Cristián bajó la cabeza y echó un vistazo a la tarjeta que estaba al lado de su pie, la recogió inmediatamente y salió de la habitación rápidamente. La encontró justo cuando ella estaba en la salida, la agarró a su brazo, y la llevó hacia afuera.
Chloe le regañó airadamente:
—¿Qué estás haciendo?
Cristián no le hizo caso, la llevó al parqueo directamente. La metió en el coche para que no pudiera bajar, y justo cuando Chloe entró, él cerró la puerta del coche.
Chloe estaba muy enfadada y dio golpes fuertes a la ventana.
—Cristián, ¿qué haces? ¡Déjame a salir!
Cristián ignoró su resistencia y ellos salieron del hospital rápidamente.
—Te lo juro que te odiara mucho más, si seguirías así. Eres desleal, encima sinvergüenza. ¿Cómo puedo casarme contigo, con una persona como tú? ¡No estoy loca!
Chloe se frotó la cara con mucha fuerza para tranquilizarse un poco.
Afrontando a una persona como Cristián, ella no podía estar calmada.
Estaba demasiado decepcionada con Cristián.
—¿Quieres irte? Tus cosas todavía están en casa, ahora mismo te llevo a casa para cogerlas.
Cristián se rio burlonamente:
—Soy cruel, soy un cabrón, ¿y tú? ¿Cómo puedes marcharte así sin dar me la segunda oportunidad? ¿Lo sabes cómo me siento? Antes de decidir casarme contigo, lo he pensado en muchas cosas. Que sí, es verdad que ha vuelto mi exnovia, pero ya no la quiero, y tú, te aprovechas de eso y no quieres confiar en mí.
Cuanto más decía Cristián, más injusticia se sentía.
—La confianza es mutua, yo no pudiera dártelo, si no me la darías primero. Te he dado una oportunidad en principio. Te he dicho que no sales con ella, pero te has quedado con ella más de una vez. Y has tenido tiempo para contarme todo también, pero no has dicho nada. Si te importo de mí, ¿cuándo fuiste a verla, habías pensado algo en mí? Deberías dudar en muchas cosas, ¿si estaré ansioso?, ¿si estaré triste? Soy huérfana, aunque fui adoptada por una familia buena, tuvo una infancia feliz, todavía me siento inseguro en mi interior. Lo Sabes, ¿cuánto valor me hace falta para decidir casarme contigo?
—¿Sabes cuántas ilusiones me hace por casarme contigo?
Los ojos de Cristián estaban rojos por la tristeza. Al afrontar la acusación de Chloe, no pudo refutar de nada.
Era verdad que fue a ver a Elisa.
Chloe se tapó la cara con las manos.
—Necesitamos tiempo para calmarnos.
Cristián estacionó el coche en el parqueo.
Los dos se quedaron callados. Había una atmosfera sofocante dentro del coche.
Después de un rato, Cristián habló primero:
—Toma.
Él puso la tarjeta sobre sus piernas y se le explicó:
—Estaba muy enfadado, no lo tomes en serio.
Chloe no le respondió.
Hubo otro silencio.
Después de un buen rato, Chloe abrió la puerta, y bajó el coche sin decirle nada.
Aunque ella no dijo nada, Cristián supo lo que iba a hacer. Se sentía impotente en ese momento.
Hasta ahora, pasó lo que pasó, todo era su culpa.copy right hot novel pub