—Sé que me equivoqué, Cynthia, ayúdame.
Cristián tiró de las mangas de Cynthia, actuando como un bebé.
—Teniendo en cuenta que lo estoy pasando tan mal, ayúdame a contactar con Chloe, ¿vale?
Alain frunció el ceño profundamente, lo agarró de la ropa para apartarlo.
—Puedes hablar, pero no la toques.
Cristián no supo qué decir por un momento.
—Cynthia, si no me ayudas, me voy a morir.
Cristián miró a Alain y se dejó caer en el sofá.
—Si no puedo ver a Chloe, no me iré de aquí.
Cristián hizo el tramposo.
De todos modos, podía vivir bien allí. En una casa tan grande, seguro que tendría una habitación de sobra.
—Haz lo que quieras.
Alain llevó a Cynthia al piso de arriba.
Cynthia lo miró con incertidumbre y preguntó:
—¿De verdad podemos pasar de él?
Alain no dijo nada, se limitó a llevarla al piso de arriba en silencio, no porque no quisiera preocuparse por Cristián, sino que los problemas de pareja eran difíciles de tratar.
Cristián tenía que ir a Chloe para dejar las cosas claras. No quería que Cynthia se entrometiera en sus asuntos de pareja.
Si se reconciliaran, sería paz para todos, pero si no, ¿de quién sería la culpa?
¿De Cynthia?
Cynthia notaba que Cristián lo pasaba mal. Pero tenía que sufrir un poco para aprender a preciar.
—Llamaré a Chloe.
Cynthia miró a Alain, quien cerró la puerta, y explicó:
—No voy a entrometerme en sus asuntos de pareja, solo quiero saber cómo está Chloe.
Chloe seguramente estaría triste con la ruptura, porque si no sintiera nada por Cristián, no habría aceptado casarse con él.
Sacó su teléfono para marcar el número de Chloe.
Chloe se mudó del piso que compartía con Emma. Nadie sabía su nueva dirección. La casa no era grande, pero lo suficiente para vivir sola.
Desde afuera llegaban el sonido del goteo del agua. Ella estaba sentada al costado de la ventana leyendo un libro llamado «¿Qué es la felicidad?». Había un trozo que leyó innumerables veces: «¿Qué es la felicidad? La felicidad es como un rayo de sol en invierno que te aporta calidez; la felicidad es como un té frío en verano que te aporta placer. Cuando eres fácil de satisfacer, un simple rayo de sol y un simple vaso de agua te hará feliz».
Ella pensó que el libro tenía razón. El desear mucho conducía a la insatisfacción y la insensibilidad a la felicidad.
Al igual que ahora, sentía rencor y arrepentimiento, se quejaba de que Cristián no cumplió con sus palabras y lamentaba por qué accedió a casarse con él, porque si no se hubiera casado, no habría acabado tan desastre.
Pero pensándolo detenidamente, si era capaz de dejarlo pasar, en realidad no era gran cosa.
Cristián solo era alguien insignificante que pasó en su vida, le agregó un toque de alegría, rabia, tristeza a su memoria, pero no tenía por qué detener sus pasas de caminar hacia el futuro.
Mientras estuviera dispuesta, podía ser feliz ahora mismo, porque sentía la calidez que le aportaba el rayo de sol.
¡Biiiip, biiiip!
Sonó el teléfono que tenía al lado. Miró el identificador de llamadas, no respondió de inmediato. La tienda estaba programada para abrir el día 8 de este mes. Aún no había llegado la fecha.copy right hot novel pub