La mujer también estaba atada, parecía aún más desaliñada que Chloe.

Cuando pudo ver el rostro de la mujer, Chloe se quedó aún más perpleja, porque ni siquiera conocía a la mujer.

Sin duda Elisa estaba loca, sino no habría secuestrado a tanta gente.

Elisa odiaba a esta mujer más que a Chloe, porque esta mujer era la esposa de Gonzalo, la que le dejó estéril con una paliza.

¿Una mujer que no podía dar a luz era una mujer completa?

¿Tendría más futuro?

Elisa se puso en cuclillas frente a la mujer, levantó el cabello de su frente y sonrió aterradoramente.

—¿Recuerdas esta escena?

Cuando la pegaron, fue esta mujer la que ordenó a que la ataran. No pudo hacer nada. Todavía recordaba el dolor por el que pasó cuando les dijo a sus hombres que les golpeara sin piedad.

La mujer miró a Elisa con ferocidad.

—Perra, ¿te atreves a secuestrarme? ¿No quieres vivir más o qué?

—Ja.

Elisa se burló.

—Ya no quiero vivir más, pero si puedo hacer que muráis conmigo, tampoco salgo perdiendo. Al menos mi vida puede arrastrar a tres vidas más.

La expresión de la mujer se contrajo porque no esperaba que Elisa fuera tan imprudente.

—¿Cómo te atreves a secuestrarme? ¿No tienes miedo a que Gonzalo te mate?

Elisa se rio más fuerte al escuchar las palabras de la mujer.

—¿Crees que Gonzalo te quiere? ¿A quién ha amado? ¿Sabe lo que es el amor? Solo se ha casado contigo porque vienes de buena familia. Tu familia está al nivel de su estatus social, puede sacarte provecho para sus negocios. Solo tenéis un matrimonio concertado, ¿sabes qué es eso? Es un matrimonio donde vuestras familias sacan sus intereses. Después de todo, no os diferenciáis de objetos.

Agarró el cabello de la mujer, esta sintió mucho dolor.

—Solo has tenido la suerte de nacer en una buena familia. ¿Te crees que soy fácil de intimidar? ¡¿Eh?!

Aplicó fuerza en su mano, ​​la mujer gimió de dolor.

—Te daré dinero, suéltame.

—¿Dinero?

Ahora el dinero ya no era importante para ella, ni siquiera tenía más futuro, ¿para qué necesitaba el dinero?

¡Solo quería tomar represalias contra aquellos que la lastimaron y la hicieron infeliz!

Soltó el cabello de la mujer para sacar su teléfono.

—Vamos a jugar un juego, a ver si tu hombre de verdad te da importancia, ¿te parece?

La mujer estaba un poco nerviosa.

—¿Sabes lo que estás haciendo?

Elisa se sujetó las mejillas con aspecto serio.

—No he sido más consciente que ahora.

La mujer solo pensó que estaba loca.

Elisa se alegró al ver a la mujer entrar en pánico, deliberadamente sacó su teléfono lentamente para que viera el número de Gonzalo. Además, con el fin de provocarla más, deliberadamente le contó lo que pasó cuando estaba con Gonzalo.

—Tu marido es un cabrón. Cuando era joven, se moría por acostarse conmigo.

—Tú lo has seducido.

La mujer anhelaba escupir en su cara.

Elisa sonrió.

—¿Crees que no tiene nada de culpa?

El rostro de la mujer se puso horrible.

Al verla con rabia, Elisa se sintió complacida.copy right hot novel pub