Marcus Álvarez, se encargó de manejar a la dirección que ella le había dado. Compartían anécdotas, y Marcus contaba cosas interesante de los juzgados. Además de eso constantemente halagaba algún razgo físico, y le decía que evidentemente no solo era bonita, sino muy inteligente.
Linda se sentía atraída cómo con una especie de magnetismo hacía ese hombre, era mucho mayor que ella, pero eso no le importaba, tenía unos ojos hermosos, era muy atractivo, con una enorme sonrisa y una encantadora personalidad.
Era completamente atrayente.
-¡Tía, Tía! -Grita Federico corriendo en dirección a su tía, arrojándose a sus brazos y besándola con desesperación. Linda, correspondió a su gesto.
-Mi príncipe hermoso, muchísimas gracias por recibirme de esta manera.
Pronto Luis Francisco y Lisa llegaron al encuentro de Linda, mirando sonrientes pero interrogante a su acompañante.
-Bienvenida, cariño-Lisa la abrazó y luego su cuñado, quien revolvió su cabello con ternura.
-Es agradable estar con ustedes nuevamente. Los he extrañado tanto.
-Para nosotros es maravilloso tenerte en casa- respondió Luis Francisco, mientras estrechaba a su adorada esposa de la cintura.
-Gracias – se giró hacia aquel hombre que mantenía una amplia sonrisa- él, es Marcus Álvarez.
Todos le saludaron afectivamente, pero Fede lo miró con recelo.
-Tía, ¿esta noche dormiremos juntos?- su tono encerraba una evidente preocupación.
-Por supuesto príncipe, he pasado estos meses añorando dormir nuevamente contigo- le sonrió mientras besaba su frente- nada me hace tan feliz.
-¿Se quedará a cenar ,Marcus?- la profunda voz de Luis Francisco se escuchó en todo el recibidor.
-No quisiera dar molestias.
-Nada de eso- responde Lisa- los amigos de Linda, son amigos nuestros también- Linda le dedicó una ámplia sonrisa a Marcus y él supo que estaba perdido, aquella jovencita lo hacía sentir extrañamente diferente.
MARCUS. . .
Conocer a Linda en ese avión fue maravilloso, quizás fue el destino quién los había puesto juntos. De ese lado del avión habían tres puestos, se supone que el otro lo usaría Margaret, su esposa, pero su hijo Marcus Jr, se había sentido mal, impidiendo que pudieran viajar en familia.
Tenía treinta y dos años, era un abogado prestigioso y enfocado, tenía una hermosa familia; una esposa que lo adoraba y se desvivía por él, aunque últimamente tenían algunas diferencias.copy right hot novel pub