Eduardo, en cambio, tranquilamente dejó la mano en el hombro de Celia, como si estuviera declarando algo.

— Tiene que preguntar a Celia sobre este tema... ella es la que tiene el control de mi dinero.

La expresión de Carmen cambió en cuanto dijo Eduardo estas palabras, pero fue agarrada con fuerza por Paula.

—¿Qué quieres decir? —Milagros no se atrevió a interpretar el significado de sus palabras.

—Celia y yo hemos vuelto a estar juntos y ella se encarga de manejar mi dinero —Eduardo volvió a explicar.

Milagros se emocionó al instante, mirando fijamente a Celia.

—Jajaja... Así que el exyerno se ha convertido de nuevo en un yerno. ¡Qué excelente es mi hija! Sabía que tienes buen ojo para encontrar a un hombre tan bueno como Eduardo.

A Celia se le puso la piel de gallina por el asco que sentía.

—Pronto vas a convertirte en la señora Sans millonaria, así que dame los 20 mil euros, además, el dinero que me tienen que dar para el matrimonio va aparte.

Las palabras de Milagros eran arrogantes, no se dio cuenta de que haría que los demás despreciaran aún más a Celia.

Celia respiró profundamente, sacó una tarjeta bancaria y se la entregó a Milagros.

—Hay siete mil quinientos euros en la tarjeta, eso es lo que prometí darte, ya no tengo ni un céntimo más.

—¿Qué quieres decir? ¿Tratando de deshacerte de mí con este poco dinero? —La expresión de Milagros cambió al ver el comportamiento de Celia.

—¡Si todavía quieres que te cuide cuando seas mayor, coge el dinero, vete ahora y no vuelvas a aparecer por aquí! —Celia estaba a punto de perder los nervios.copy right hot novel pub