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AMARTE ES UN SECRETO

Capítulo 31: El dinero hace girar el mundo

Celia miró hacia allí nerviosa y descubrió que era Eduardo.

—¿Por qué te sientas en el suelo? ¿Y si te resfrías? —Eduardo viendo que Celia estaba acurrucada en el suelo, dio un gran paso para levantarla.

—¿Dónde está mi madre? —Celia estaba helada y las palabras que pronunciaban también carecían de emociones.

—Se ha ido —dijo Eduardo suavemente mientras acariciaba la cabeza de Celia.

Celia no se lo creyó, sabía mejor que nadie lo difícil que era tratar con su madre.

—¿Le diste dinero? —Sabía que no se iría a menos que consiguiera lo que quería.

—Le conseguí un trabajo y me prometió no volver al casino —dijo Eduardo con ligereza.

—¿Lo prometió? ¿Cómo pudo haberlo prometido? —Celia no confiaba en su madre, y mucho menos en que Eduardo tuviera esa capacidad de persuasión.

—Te dije que confiaras en mí —Eduardo se agachó y le habló con ternura.

—Ella nunca estará satisfecha, así que no hagas estas cosas innecesarias —Celia seguía estando tensa.

Eduardo tomó la mano de Celia, tratando de calentarla con su calor corporal.

—Tonta, si te dije que lo solucionaría, es que lo solucionaría de la manera más adecuada.

Celia seguía dudando de la fiabilidad de Eduardo cuando le llegó un mensaje de Milagros.

—Hija, ganaré mi propio dinero para mi jubilación, cuida de ti misma y de Eduardo. No me culpes.

—¿Por qué me manda mi madre un mensaje así? —Celia se quedó sorprendida mientras enseñaba el mensaje a Eduardo.

—¿Quién sabe? Quizá empezó a razonar después de la charla que le di.

El tono de Eduardo seguía siendo relajado ya que quería que Celia dejara de pensar en estas cosas, y quitara el peso de encima.

—Mi madre no aprenderá tan fácilmente —Celia negó con la cabeza. Ella lo había intentado de todas las maneras.copy right hot novel pub

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