Celia se quedó atónita y por reflejo volvió a cerrar los ojos.

El beso de Eduardo fue suave, con una cautelosa tentativa ya que era la tercera vez que se besaban desde su reencuentro.

La primera vez fue cuando Celia se había «equivocado de habitación» y pasó con Eduardo una noche de pasión, ese fue un beso frenético y atrevido.

La segunda vez fue cuando Celia estaba atada a la cama con los ojos vendados, y ese beso de Eduardo era una mezcla entre un acalorado deseo y una loca obsesión.

La tercera vez, fue aquí y ahora.

Ambos se encontraban sinceros en este momento, por eso el beso fue cauteloso e infinitamente tierno.

Celia se dio cuenta de que esto fue lo que Eduardo quiso decir cuando preguntó, «¿confías en mí?»

Se quedó congelada, sin saber cómo comportarse.

«No, debería negar y resistir.»

«Ya no somos nada, ¡no puedo besarme con él!»

Celia intentó decir lo que pensaba, pero al abrir la boca facilitó que Eduardo se aprovechara de la situación para evadir su zona.

Al instante, cada rincón de su boca fue invadido por el aliento de Eduardo.

—Mmmm...

Celia recordó de repente ese beso humillante de aquel día cuando se encontró atada, que también fue provocado por este hombre.

Sus ojos se abrieron de golpe y, lo empujó.

—No... —La voz de Celia estaba llena de racionalidad.

El movimiento de Eduardo se tensó, se alejó de los labios de Celia conteniendo sus emociones. Se levantó apoyando los brazos para evitar presionar contra ella.

—¿Podemos empezar de nuevo? No me rechaces de una, y deja que tu corazón sienta... —Eduardo dijo por fin lo que quería decir.

—Abraham no descansaría en paz si sigamos juntos...copy right hot novel pub