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AMARTE ES UN SECRETO

Capítulo 37: El secreto del baño

Celia entró en pánico, no esperaba que fuera a funcionar así, por lo que se apresuró a pulsar de nuevo, tratando de cerrar la pared, pero fue en vano.

Al otro lado de la pared estaba en realidad el baño del dormitorio de al lado. La cara de Celia se puso pálida y luego roja, ¡porque era Eduardo quien se estaba duchando!

—¿Celia? —dijo Eduardo, que estaba enjuagando el jabón de su cuerpo. Estaba un poco sorprendido, pero no se asustó.

—Yo... —Se sonrojó Celia, a pesar de que ya se habían visto desnudos.

Apretó todos los botones posibles del mando, intentando cerrar la puerta entre los dos baños.

Pero como estaba tan nerviosa, se le resbaló la mano y el mando cayó en la bañera.

—¡Qué estoy haciendo! —Celia se puso más nerviosa aún y se puso a buscar bajo el agua.

Cuando lo volvió a sacar, el mando ya no funcionaba.

—Olvidé decirte que este mando no es resistente al agua —Eduardo terminó tranquilamente de duchar y se dirigió hacia la bañera donde estaba Celia.

—No vengas... —dijo Celia apartando la mirada.

—No seas tímida, si ya conocemos el cuerpo del otro —Eduardo vino directamente y se sentó en la tabla del asiento junto a la bañera.

Celia volvió a mirar a Eduardo, las gotas de agua brillaban bajo la luz y caían deslizando en su cuerpo tonificado, la cicatriz del pecho era lo único defecto de este cuerpo perfecto.

Esa era la cicatriz que le había dejado ella...

Celia frunció el ceño al ver la cicatriz, y una pizca de culpabilidad surgió en su interior.

—Parece que hace un poco de calor —Eduardo tragó saliva y se puso más erguido con seriedad.copy right hot novel pub

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