Modo oscuro
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⭐Amor sin anestesia

Capítulo 36 La traición

“El arte es magia liberada de la mentira de ser verdad.”

Theodor Adorno

Amaneció. Diego estaba tan agotado que se quedó dormido, en una silla, recostado de la pared, en su taller de pintura. Finalmente había concluido. Ya todo estaba listo para presentar al mundo su obra “Musa Virtual”.

Había recibido mensajes durante la semana de Eliza Wells. Hoy tenia uno en particular donde lo convidaba a desayunar. Sin pensarlo dos veces, fue hasta la cocina preparó una taza de café y se metió al baño para relajarse y terminar de despertarse.

Jeans oscuro, y su camisa preferida, gris; esa camisa le traía tantos recuerdos alegres como tristes. Pero era su camisa de la suerte. Siempre hay un amuleto para atraer cosas buenas y eso significaba aquella polo gris. Se perfuma, toma su billetera y sale. Apenas metió los pinceles en trementina, luego regresaría a arreglar el desorden.

Cuando entró al restaurante, Eliza ya estaba en una de las mesas, al final del pasillo, le hizo un gesto con la mano y él se encaminó hacia allá. Era un hombre muy atractivo, piel blanca, ojos oscuros y profundos, barba incipiente y cabello negro como el azabache, ondulado, que caía casi sobre sus hombros.

–¡Hola, disculpa la tardanza!–dijo aproximándose y dando un beso en su mejilla.

–No te preocupes, apenas entré hace un par de minutos.

Él hala su silla se sienta. Está algo nervioso, desea que sean buenas noticias.

–¿Deseas pedir algo para desayunar?, vengo con algo de hambre–respondió ella.

–Sí, por supuesto–levanta la mano y el mesonero se aproxima.

–¿Algo en especial?–interroga él.

–un látex y un sándwich dietético, sin salsas y con jamón de pavo.

–Para mí un capuccino y un croissant.

El joven anota y se retira.

–Cuéntame, ¿cómo va tu trabajo?

–Justo anoche, terminé de finiquitar la número 50.

–Oye que bien. Es una estupenda noticia. Estoy aquí porque tu obra fue seleccionada para dentro de una semana.

La noticia que esperaba recibir, le fue dada. La emoción en su mirada, sus ojos brillando, lo dijeron todo.

–Eso me parece increíble, sé que hiciste lo posible para que me escogieran.

–Realmente tu obra lo vale. Apenas di mi opinión muy sincera y objetiva.

–Gracias Eliza, eres mi hada madrina.

–Wow ¿tan vieja me veo?

–No, por Dios. Me refiero a qué me diste buena suerte.

–Te mereces esa oportunidad.

La satisfacción de haber trabajado durante dos semanas sin descanso, le son gratificantes y siente que mereció todo su esfuerzo.

Desayunan y conversan sobre los toques finales y las recomendaciones de Eliza. Cruzan miradas, ella es una mujer atractiva y sexy. Él está realmente feliz. Sólo piensa en retribuir a Karem todo estos días de ausencia. Verla, verla, ese es su mayor deseo.

–¿Te gustaría acompañarme esta noche a una exhibición en el.museo de Bellas Artes?

–Claro, por supuesto.

–un gran amigo exhibirá su exposición de fotografías. Y quién más que un artista para acompañarme.copy right hot novel pub

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