“Da un poco de amor a un niño y obtendrás mucho de vuelta”
John Ruskin
Karem, se despidió de Ernesto y regresó a su apartamento. La niña aún dormía. Sonó el timbre, pensó que podría ser Ernesto, que habría olvidado algo. Abre la puerta:
–¡Rosa!–exclama sorprendida. ¿Dónde estabas metida, por Dios?
–¿Cómo está mi hija, Ka?
–Pasa, está dormida.
–¿Qué fue lo que ocurrió?
–No lo sé, ella estaba bien, pero de pronto le empezó una fiebre muy fuerte y tuve que llevarla con un amigo a la clínica.
–¿Clínica? ¿Cómo pagaste eso?
–No, lo pagué yo. Fue un colega de trabajo.
–¡Quiero verla!
–Claro, por supuesto. Está en mi cuarto.
Rosa entra, coloca su cartera sobre la mesa y entra hasta la habitación. Se sienta en la cama y abraza a la niña aún dormida, quien al sentir el movimiento, se levanta.
–¡Mamita!–dice sonriendo y abrazando a Rosa.
–¡Aquí estoy, mi amor, aquí estoy!
–Debes hacerle algunos exámenes a la niña–le dice Karem, dándole los papeles que el doctor, le entregó.
–¿Todo esto?
–Sí, cuanto antes, mejor. El doctor dice que debes llevarla con un especialista.
–¿Pero que es lo que tiene Karem? por favor no me ocultes nada.
–¡No lo sé!, sólo te digo lo que el doctor recomendó.
–Ve descansa y luego hablamos. La niña no debería oír esta conversación.
–Está bien, pero me la llevo.
–Claro, sólo está pendiente por sí le vuelve a dar fiebre.
Karem acompaña a Rosa hasta el pasillo. La ayuda a abrir la puerta de su apartamento.
–Katem gracias a ti, y a ese amigo tuyo que pagó lo de mi hija.
–No te preocupes. Tanto él como yo, adoramos a Elenita.
–Pero él, no la conoce. A de ser un ángel.
Karem sonríe, ella opina lo mismo.
Entra a su apartamento. Tiene varias llamadas de Virginia. Recuerda que Diego estuvo llamándola, toma su teléfono para devolverle la llamada por messenger. El teléfono suena algunas veces, pero él no contesta. Intenta nuevamente, no responde. Decide llamar a Virginia.
–Hola, ¿cómo amaneces?
–Bien, ¿nos vemos hoy? Tengo que contarte como me fue anoche.
–¿Puede ser luego? No he dormido bien, anoche estuve en la clínica con Elenita.
–OK. Me llamas entonces.copy right hot novel pub