"No existe decisión más difícil, que aquella que no deseas tomar”
Ana K. Martínez
Durante el almuerzo Karem permanece un tanto dispersa. Virginia lo percibe, pero no quiere presionar a su amiga, si ella desea contarle algo, siempre lo hace sin que tenga que preguntarle. Pero también sabe, que Karem es bastante reservada con sus intimidades y que al conocerla bien, deberá usar alguna de sus estrategias para descubrir lo que le ocurre.
–¿Ese cambio de look te sienta muy bien, vieja. Te ves, sencillamente linda.
Karem esgrime una sonrisa tímida. Responde:
–Sí, tal vez quería verme bonita hoy aunque...
–¿Aunque qué?
–Aunque ahora me siento de confundida–dice mientras aleja el plato de comida y coloca los cubiertos de lado.
–Debes estar bien confundida, porque frente a ti, tienes tu menú favorito y ni has comido la mitad.
–Se trata de Miguel, subí una foto y me hizo un comentario.
–¿Te llamó fea?
Ante el comentario jocoso, Karem suelta una carcajada.
–No, al contrario. Me dijo que estoy hermosa y siento que extraño que esté junto a mí.
–No, no, no. Miguel es altamente nocivo para tu salud. De sólo pensarlo, me da tos... Jajajaja–ríe estrepitosamente, sólo que no se me ocurre toser porque me sacan de aquí, creyendo que tengo el virus chino.
Karem la acompaña en un coro de risas.
–Siempre me sacas una sonrisa, gracias.
–De eso se trata esto, tú eres mi amiga, siempre que precises de mí, yo estaré e igual si yo necesito de ti, allí estás.
–Pidamos un postre, quiero un mega helado con brownie y gana el de chocolate.
–¿Y la dieta?–interroga Virginia
–Mañana, mañana comienzo.
Ambas ríen, eso de hacer dietas, es un argumento tan falso, como lo es, el tener oír a tu cita, confesarte la misma noche, que te ama.
Virginia, llama al mesonero, pide el mismo postre para las dos.
El mesero le sirve a cada una de ellas. Virginia, espera que su amiga, experimenté el primer bocado. Karem se saborea, con el exquisito postre; aprovecha entonces para lanzar la pregunta que tiene guardada esperando que esté más calmada.
–¿Le respondiste?
–¡No!, ¿cómo crees que le iba a responder, si nunca me dijo absolutamente nada, cuando le pregunté, cuál decisión tomaría?
–A los hombres le cuesta, tomar decisiones. En eso somos culpables la mayoría de las veces nosotras mismas, porque esperamos que sean ellos quienes escojan, cuando somos nosotras quienes debemos elegir entre ser felices o ca(n)sadas.
–Sí, tienes razón.
–No deberías sentirte mal. Miguel escogió a su familia. Escogió lo que dice la sociedad debe ser, los hijos y la esposa. Y lo más lamentable es que los hijos crecen y se van. Entonces, te quedas al lado de una persona, con la que no eres realmente feliz.
–Es raro oírte hablar de esa manera.
–¿Por qué lo dices? ¿Por qué mi ex se fue con su amante?. Después de tanto sufrir por su traición y con el tiempo comprendí, que era lo mejor. No se es feliz al lado de alguien que no te desea, ni te respeta, ni valora que hayas dado lo mejor de ti.
–Me alegra que pienses así, aunque no niego que hubiese querido que él tomara la decisión de vivir conmigo.
–Tal vez, ahora se dio cuenta de lo valiosa que eres y por eso, está de vuelta. La pregunta correcta es, ¿lo aceptarías, si vuelve?
Karem se mantiene callada, come otro trozo de su postre, como evitando tener la boca vacía y tener que responder sobre algo de lo que no tiene certeza, ni claridad. Le gustaría decir que no, pero los recuerdos de aquel intenso amor, la llenan de duda. ¿Y Diego? ¿Qué siente, entonces por él?
Saca su teléfono, ve la hora.
–Ya debemos regresar, te dejo en la entrada y voy al banco, debo resolver unos trámites allí.copy right hot novel pub