—¿Me podrías volver a explicar cómo encontraste esta agencia en primer lugar?— dijo Dorian mientras bajaban de su Chevrolet Impala de similar color que su cabello.
Ya le había pedido que recreará aquella historia tres veces, aún así Margarita seguía contándole con el mismo lujo de detalles. La cuarta vez no fue la excepción.
— Di con ellos hace tres años atrás, me los recomendó una amiga con quién suelo ir a los bares de karaoke— comenzó a explicar con paciencia la mujer, como todas las veces anteriores, volvió a ignorar el bello rostro asombrado de Dorian ante la mención de sus salidas a bares — estaba desesperada porque mi único hijo quería dejar de estudiar, cobrar la herencia por parte de su difunto padre, e irse con esa maldita zorra… ¡Lo siento señor fue la emoción!. Con esa mujer de viaje por el mundo.
Dorian notó, que al igual que las veces anteriores, Margarita no sentía culpa de llamar zorra a su ex-nuera. El mismo había tenido el desagrado de conocer a esa mujer en una ocasión y no la catalogaría como menos que desagradable.
—Los años no vienen solos querido, los acompañan la experiencia, y algo que aprendí en mis casi sesenta años es a distinguir las caza fortunas. Fué entonces que llegue a ellos — continuó diciendo la mujer mientras señalaba con la barbilla el destartalado edificio al cual se dirigían con pasos taciturnos — los contraté para que mi hijo dejara a esa mujer y volviera a estudiar, ellos lograron eso gracias a una chica quien actuó un romance con mi querido hijo. El dejó a la zorra y volvió a estudiar, la actriz contratada de la agencia desapareció fingiendo su muerte un tiempo después de haber asegurado la continuidad de los estudios de mi hijo.
Dijo para finalizar Margarita, solo unos pasos los separaban de la entrada principal. El estómago de Dorian era un nudo de emociones y sentimientos, de alguna forma sentía que traicionaba a Elena por siquiera pensar en coquetear con otra mujer, aunque fuera fingido.
—Señor Dorian, ellos lo ayudarán a conseguir lo que desee, solo confíe en mí —susurró ella trayéndolo de su ensueño, al tiempo que le regalaba una sonrisa la cual exaltaba sus ya marcadas arrugas.
—Está bien Marga, confío en tí— dijo Dorian intentando y fallando en obsequiar una sonrisa.
Haciendo eco de todo el valor posible, el millonario Dorian Fleyman, caminó los pisos que lo separaban de la entrada y atravesó sus puertas acompañado de su ama de llaves.
El lugar era mucho más cutre por dentro de lo que aparentaba por fuera. La pintura de todas las paredes se encontraba resquebrajada, el suelo de madera oscura gemía con cada paso que daba más cerca del pequeño escritorio junto a la escalera.
Un hombre con anteojos de medialuna y barba blanca, igual que su cabello, los recibió con una sonrisa amable.
—Hola ¿Qué se les ofrece?— dijo aquel hombre en tono pacífico y alegre, algo en él le transmitió a Dorian la seguridad que necesitaba para hablar.
—Hola, vengo para contratar un servicio de la agencia "Besos de medianoche"— dijo Dorian con confianza, palabras fuertes y claras, como se lo había indicado Margarita.
El hombre asintió y comenzó a buscar debajo del mostrador algo, unos instantes después, emergió con una enorme carpeta color rojo. Antes de abrirla le dedicó una gentil sonrisa.
—Antes de comenzar la selección le pediré que me explique qué es lo requerido de nosotros— dijo el hombre, sus ojos color miel lo recorrieron, intentando buscar una respuesta marcada en su labrado cuerpo.
—Necesito una acompañante para la boda de mi ex-pareja y mi mejor amigo, ella debe fingir un romance lo más realista posible. Debe ser atractiva, inteligente, extrovertida y simpática— contestó Dorian.
El hombre se quedó callado unos minutos mientras golpeaba con delicadeza, su dedo índice contra su mentón y labio inferior.copy right hot novel pub