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Besos de Medianoche 1: Designio

Capítulo 22:

—Entonces ¿Por qué decidiste colocarte esos piercing?—le preguntó Dorian a Luca, desde su posición en el suelo del living, a escasos centímetros del tablero armado de ajedrez.

Luca sonrió, ya sea por la pregunta o el movimiento de piezas que el millonario acababa de jugar. Sin embargo, en el momento que vio como un peón devoraba el último de sus caballos en juego, entendió el motivo de su sonrisa.

—¿Acaso no eres un hombre de negocios y estrategias?—contestó el agente, disfrutando su pequeña victoria—Y para contestar tu pregunta, me los coloqué para parecerme a un vampiro.

Dorian soltó una larga respiración, al tiempo que evaluaba qué pieza mover; Luca, sentado sobre un almohadón color púrpura, observaba cada movimiento de sus ojos o manos, preparando en su mente el ataque en respuesta.

—No es gracioso—contestó Dorian moviendo el último alfil, sin darse cuenta que ese movimiento expondría a la reina—Contesta mi pregunta.

Luca se limitó a exponer, por segunda vez, una brillante sonrisa socarrona antes de avanzar con una torre hasta la pieza expuesta.

—Jacke—ronroneó este.

—Me aburrí, no quiero jugar más…¿le faltará mucho a Daph?—contestó fastidiado el millonario, lanzando el peso de su cuerpo hacia atrás, logrando quedar suspendido gracias a la fuerza de sus brazos apoyados en el suelo.

—Si prestaras atención al juego no te aburrirías, aparte Daph ya debe estar por llegar...el supermercado queda a unas pocas cuadras ¿No?—contestó Luca al tiempo que se incorporaba de su posición.

De pie junto a la mesa ratona, estiró sus brazos hacia arriba haciendo sonar los huesos de su columna, antes de rotar sus hombros en un intento por corregir su postura.

—Si me sigues mirando así, doy garantía de que te enamorarás—dijo el agente en tono coqueto.

Dorian rió por lo bajo, imitando sus acciones al incorporarse. Sólo cuando estuvieron a la misma altura, el millonario se atrevió a enfrentarlo.

—Eres igual a Daphne, ambos son maestros esquivando preguntas que no les conviene responder—escupió este.

En el poco tiempo que tenían de conocerse, el atractivo y joven millonario, había descubierto cómo pinchar el ego del agente.

—Eres un maldito bastardo manipulador, ahora entiendo cómo lograste conseguir toda tu fortuna—comenzó a decir Luca al tiempo que se cruzaba de brazos y negaba con la cabeza—bueno, aunque suene cursi y estúpido, me los hice por una chica.

Aquellas palabras sorprendieron a Dorian, quien, sin poder guardar un ápice de compostura, estalló en risas.

En su mente, le era imposible imaginar al varonil y confiado Luca Lee, cayendo en plena sumisión ante los deseos de una mujer, le era imposible dimensionar a una fémina capaz de ejercer tal control.

Hasta que su cerebro hizo brillar, en sus recuerdos, la imagen de una hermosa mujer de cabello tan negro como sus ojos capaz de conseguir el mundo si le daba la gana.

Daphne.

—Lo lamento, pero creí que al menos tú, no caerías rendido tan fácil ante los deseos de Daphne—se burló Dorian, disfrazando el nudo de emociones que crecía en su pecho.

Los ojos de Luca brillaron de confusión, su mente comenzó a intentar procesar la información que Dorian acababa de exponer, sin encontrarle algún sentido posible.

—No me los hice por Daph, me los hice por la primera chica que amé de verdad—respondió Luca entre risas, logrando comprender en partes lo que intentaba decir el millonario.

Los labios de Dorian se separaron ligeramente ante el entendimiento y su error, sin embargo, no pudo desaprovechar aquella oportunidad para lograr reunir algo de información sobre sus inquilinos.

—Lo lamento, creí que tú y Daphne eran pareja—susurró Dorian, observando la reacción del agente frente a él.

—Si, no… bueno es complicado, nuestra relación es una especie de combinación entre amistad, compañeros de trabajo y una especie de desahogo sexual—contestó Luca liberando un largo suspiro, al tiempo que comenzaba a caminar hacia la enorme ventana de cristal.

La ciudad bajo sus pies, comenzaba a ser bañada por los suaves rayos de un sol moribundo, y aún así, la vida seguía su curso natural, sin importarle la próxima muerte de un día más.

—Lo lamento, creí que eran una pareja formal—se atrevió a susurrar Dorian aproximándose a él. Un poco de alegría pintando su corazón.

Sin embargo, el millonario no entendía el motivo de esto.

—No te preocupes, creo que es mejor así. De igual forma, dudo que las heridas de Daphne logren sanar en algún futuro—contestó Luca recostando su peso contra el cristal.

Sus ojos color gris, tenían aspecto de cansancio casi extremo, al igual que sus facciones; el millonario no pudo evitar imaginarse lo difícil que debía ser intentar sanar las heridas de un corazón que no rompiste.

Fue entonces, que sin darse cuenta, las palabras salieron de su boca.

—¿Por qué eliges sanar el corazón de Daph si tú no lo rompiste? ¿Por qué no intentas arreglar las cosas con la chica de los piercings?—dijo el millonario, y al instante se arrepintió de las palabras.

Sin embargo, el agente se limitó a observar durante unos segundos antes de que sus ojos se nublaron de lágrimas y comenzara a hablar.

—Creeme, si Camilla aún morara en este mundo, estaría de rodillas suplicando por su amor.copy right hot novel pub

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