▪︎ LILLIE ▪︎
—Debemos movernos ya —anuncia Mika, lleva sus manos al interior de su corsé para sacar la llave que Alan le entregó para abrir las esposas —Saldré primero yo, tú tendrás que quedarte por un momento aquí, por si llegan a venir, ya que no podemos dejar que noten que no estamos, eso levantaría sospechas —asiento, se acerca a mí —No tengas miedo yo los cuidaré —toca mi vientre mostrando su afecto e interés en nosotros.
Mi amiga podía estar molesta conmigo, pero se de ante mano que ella nunca me abandonaría y dejaría que algo malo me pasará, siempre nos hemos cuidado entre las dos, apoyado y sobrepasado muchas cosas juntas el tiempo que trabajamos en el club de Julie.
Después de liberarse de las cadenas y de hacer lo mismo conmigo, sale del calabozo con otra llave que ni sabía que tenía. Antes de marcharse me pidió el arma para colocarla en un punto cercano por donde pasaremos cuando salgamos, y me dejó dicho que no demorará y que regresará pronto por mí.
Mientras los minutos pasan y me quedo de pie en el mismo sitio, no quiero ni moverme, ni parpadear, con temor de que alguna rata de las que merodean se me llegue a subir. Me quede en un rincón abrazándome a mi misma, el frío calaba en los huesos, y mi vestimenta no ayuda en mucho.
No sé cuánto tiempo pasa cuando percibo unos pasos acercándose. Me pongo alerta, debo hacer algo para que no noten la falta presencia de mi amiga, ya que no creo que sea ella la que se acerca. Mis sospechas son ciertas cuando el individuo que se aproxima a la puerta de la mazmorra donde me encuentro encerrada, la abre. Dudosa creyendo que vengan por mí, lo descarto cuando me doy cuenta de que no es así ya que otro de los hombres trae a una joven a jalones y es lanzada con fuerza y agresión al interior del calabozo. La chica llora y grita asustada. Espero a que los tipos malotes se marchen para acercarme a ella.
Una vez que lo hacen sin titubear y sin miedo me acerco hasta la joven y le hablo.
—¿Estás bien? —cuestiono, y siento cuando se estremece con mi pequeño roce de mi mano cuando toco su hombro —No temas, no te lastimare —intento tranquilizarla.
La joven solloza, sus lágrimas no dejan de cesar, su intento por alejarse lo detiene cuando escucha lo que le dije pero aún no me mira a los ojos, se encuentra arrinconada sentada en una esquina con sus piernas flexionadas pegadas a su torso y su cabeza hundida entre ellas. Su melena que parece en tono cobrizo cae enmarañada cubriendo sus brazos que están cruzando en sus rodillas.
Me inclino más para acercarme y me coloco en cuclillas para quedar a la misma altura que ella.
—Hola —vuelvo hablar ya más cerca —¿Cómo te llamas? —no tengo respuesta alguna —No tengas miedo —digo en un tono más suave y bajo —Yo te ayudaré a salir de aquí —mis palabras fueron como la clave para que ella saliera el escondite donde se encontraba —Yo me llamo Lillie — le muestro una pequeña sonrisa.
Se que no debo decir mi nombre pero quise ser sincera con ella, no corro el riesgo con que ella lo sepa, esta muerta del miedo y se que lo que más desea es salir de aquí. Y yo la ayudaré, la llevaré conmigo cuando Mika vuelva de la misión que le toco hacer.
El período trascurre lento, ya que Mika tarda en volver. Tengo miedo de que la descubran, pero más temo de que venga alguien y me tengan que llevar alguna zona esas de terror.
La chica no habla, y cuando intento nuevamente decir algo para que se anime. Solo percibo otra vez pasos, me incorporó para alejarme un poco de la joven y no sospechen nada.
Son los mismos hombres que vinieron hace un momento atrás, vienen solos y mi temor vuelve apoderarse de mí.
—Hey, esa no es —le dice un de ellos al otro cuando estaba acercándose a mí —Es a la misma zorra pelirroja.copy right hot novel pub