La noche avanza a paso lento, demasiado lento diría yo, la sala de espera se ha mantenido llena en todo momento; los chicos del gimnasio siguen haciéndonos compañía, el único que se despidió hace poco fue Martín, pues debía ir a casa con su esposa y su recién nacido, antes de que se fuera le agradecí por todo lo que hizo con un fuerte abrazo, la única respuesta que me dio fue que cuando necesitara algo no dudara en llamarlo, también me prometió estar pendiente de los avances de Sophie.

Justo ahora he descubierto que eso que dicen de que en los tiempos malos se descubren los buenos amigos, es bastante cierto y me alegra poder decir que tengo buenos amigos a mí alrededor. Algunos más nuevos que otros, eso es lo que pienso mientras camino de regreso a la sala de espera luego de haber ido a darle una corta visita a una muy mareada Maitén, podría decir que ella le salvó la vida a Sophie, pues de todos era la única que tenía compatibilidad con mi Sophie y sin pensárselo se ofreció a donar la sangre que fuera necesaria.

En cuanto llego a la sala de espera Benjamín me pregunta por Maitén y yo le doy un corto informe de su estado; según la doctora lo mejor sería que se quedará recostada por unas horas más, pues quedo bastante débil después de donar la significativa cantidad de sangre, Cloe y Ruth se quedaron al pendiente de ella a pesar de sus protestas. Lisa se encargó de convencer a Amelia para que fuera a mi departamento a descansar, cosa que dejó bastante tranquilo a Benjamín, en realidad creo que a todos, pues temíamos que Amelia cayera desmayada en cualquier momento; Lisa prometió quedarse con ella cuidándola y luego traerla en unas horas, cuando estuviera en una mejor condición.

Hablo otro poco con Benjamín hasta que Matías aparece en nuestro campo de visión, hace un rato se había marchado con Lucas Zapata para dejarlo encerrado en la estación de policía; apenas nos ve se acerca hasta nosotros saludando a Miguel y a Danilo con un suave asentimiento; en cuanto está cerca de nosotros Benjamín empieza a preguntarle sobre la situación de Lucas; cuando los presenté hace un rato pensé que iban a llevarse mal, pero afortunadamente congeniaron después de unos minutos. Escuchamos atentamente el informe que nos brinda mi hermano sobre el malnacido de Lucas y nos enteramos de que ha quedado bajo custodia de sus mejores agentes, además de que los jefes de alto rangos de Matías ya están al tanto de la situación y tomaran cartas en el asunto.

—¿Entonces justo ahora el tipo ese está encerrado y vulnerable? —Le pregunta con auténtico interés Benjamín a Matías.

—Tanto como puede estarlo, además de que debe estar aguantando el dolor de la nariz rota que le causo Dylan. —Benjamín me palmea la espalda y asiente satisfecho al escuchar las palabras de mi hermano.

—¿Tú podrías llevarme con él? —Benjamín intenta lucir despreocupado cuando le lanza la pregunta a mi hermano, pero es más que obvio que la ira está en todo su cuerpo.

Matías me mira fijamente, con la indecisión marcada en su rostro; yo me abstengo de hacer cualquier comentario, no quiero influenciar en la decisión que tome, sé bien que Benjamín quiere ver cara a cara al monstruo que le hizo esto a Sophie, a lo mejor darle su merecido y como yo en estos momentos quiero lo mismo, creo que no soy la mejor persona para opinar sobre el tema. Luego de unos segundos de silencio, Matías da un pequeño asentimiento y Benjamín se muestra bastante satisfecho, intenta convencerme para que vaya con ellos, pero declino su oferta prefiriendo quedarme a la espera de cualquier noticia; para mí lo primordial en estos momentos es saber sobre mi pequeña.

Valentina y Kathy se me acercan unos minutos después de que mi hermano se marcha con mi suegro y me ofrecen un vaso de café, lo recibo de buena gana pues sé que la noche será larga; mientras que el tiempo pasa lentamente; los que quedamos en la sala de espera nos movemos por todo el lugar, algunos porque nos encontramos inquietos y otros para que nos los venza el sueño, vemos como enfermeras y doctores circulan por el lugar, entrando y saliendo por las puertas restringidas, creo que si por mi fuera entraría a la fuerza y buscaría la habitación en donde la tienen, las ganas que tengo de verla son demasiadas, realmente no veo la hora de que el tiempo avance y nos puedan decir cómo se encuentra.

Después de un buen rato el señor Brooks entra mi campo de visión, camina tranquilamente y luego se sienta a mi lado en silencio; opto por no preguntarle nada y respetar su silencio hasta que el decida hablarme, pero cuando estira su mano para recibir un vaso de café que le ofrece Valentina y veo sus nudillos en carne viva, decido mandar el respeto por su silencio a la mierda y preguntarle.

— ¿Todo fue bien? —Él me regala un suave asentimiento y después de darle un sorbo a su café caliente me mira, es entonces cuando noto un pequeño cardenal en su mejilla.

—Creo que algo así, digamos que me descontrolé un poco y tu hermano tuvo que hacerme entrar en razón por la fuerza. —Me quedo aún más confundido con su respuesta y más por el hecho de que Matías no vino con él.

—Así que.copy right hot novel pub