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(COMPLETA) Descubriendo El Placer

Capítulo 99

Ya ha pasado una semana desde que desperté y ya me siento demasiado desesperada por poder hablar, la doctora aún no cree conveniente quitarme la careta, por lo que mi comunicación con los demás ha estado siendo por medio de la Tablet que me ha traído Dylan, sé que él puede notar la ansiedad que se ha apoderado de mi por no poder estar al fin en libertad y siempre intenta distraerme lo mejor que puede de mi situación, pero es un poco imposible teniendo en cuenta que siempre estoy rodeada de enfermeras que están revisando mi estado, además de que es imposible ignorar el hecho de que no puedo tener una conversación normal con la gente y eso está estresándome un poco.

Algunas veces he tenido que fingir estar dormida para no tener que hablar con ellos por medio de la Tablet y tal vez sea un poco egoísta, pero simplemente quisiera estar sola en algunos momentos y sé que Dylan lo sabe, pues les ha pedido que me dejen tranquila varias veces, eso me hace amarlo aún más.

La segunda semana de mi estancia en el hospital Cloe me cuenta que algunos policías han venido y han intentado hablar conmigo, pero según ella Dylan y mi padre los han detenido explicándoles mi situación, al parecer Matías también intervino delante de sus compañeros poniéndolos al tanto de lo que había sucedido conmigo y de lo que han dicho los doctores.

Decir que Cloe se mostró emocionada relatándome todos los hechos ocurridos como si fuera todo una novela sería decir poco, según ella todos parecían mis caballeros de armaduras relucientes defendiéndome de los malvados policías, me hubiera encantado reírme por sus locos comentarios, pero la presión en mi pecho me lo impedía, así que ella tuvo que dejar sus bromas a un lado, algo bastante difícil, pues es Cloe de la que estamos hablando.

Al pasar la semana la doctora me dice que estoy haciéndolo muy bien y que mi recuperación aunque es lenta, va estupendamente; también me dice que si todo sigue así para la tercera semana estaremos haciendo algunos intentos de quitarme la careta, me ha dejado muy en claro que no será por un tiempo muy prolongado, pero que eso contribuirá a mi recuperación para que mi pulmón vaya acostumbrándose poco a poco a estar funcionando sin ayuda, sé que son pequeños pasos los que estamos dando, pero estoy feliz por estar avanzando.

Y es que aunque apenas son dos semanas las que llevo en el hospital, realmente creo que me volveré loca por estar viendo tanto color blanco mi alrededor y tantas enfermeras; realmente quiero irme ya y no he desaprovechado ninguna oportunidad para decirle a Dylan que en cualquier momento le clavare una aguja a cualquier enfermera que vuelva a sonreírme con condescendencia o lástima, él solo se dedica a reírse y negar con la cabeza pensando que es en broma, pero es enserio, además tampoco quiero soportar las miraditas de apreciación que le lanzan a mi novio, llámenme posesiva, pero no es divertido ver como diferentes mujeres se comen con la mirada a mi novio y más delante de mí, sin ninguna vergüenza.

Cuando le conté a Cloe mis planes contra las enfermeras, ella como una muy buena amiga me dijo que me iba a apoyar en todo y que si era necesario escondería los cadáveres de esas ofrecidas; entonces me di cuenta de que aunque mi amiga está bastante loca, realmente es una muy buena amiga si está dispuesta a esconder un cadáver por mí y se lo hice saber por medio de la Tablet, logrando que se riera bastante; aprovechamos que estábamos solas y ella me contó cómo va su relación con Miguel; al parecer mi horrible situación lo ha vuelto muy paranoico, pues últimamente le ha estado preguntando a Cloe si no ha tenido ningún pretendiente secreto, ni ningún posible acosador cerca. Una enorme sonrisa se posó en mi rostro cuando ella me empezó a contar que ahora mi amigo parece todo un guardaespaldas alrededor de ella mirando realmente mal a cualquier hombre que se atreve a darle un vistazo cuando están en la calle.

—Solo digo que no tenía por qué gritarle de esa manera al pobre empacador del supermercado solo porque me miro el trasero disimuladamente. —Me dice Cloe con la voz llena de indignación, justo ahora que me cuenta lo que sucedió hace unos días cuando salieron a comprar cosas para el departamento me doy cuenta de que Miguel es realmente un poco posesivo con ella, claro que en el buen sentido pues, aunque ella intenté mostrarse indignada por lo que sucedió, sé que realmente está encantada por el comportamiento cavernícola de mi amigo.

—"Ustedes dos están verdaderamente locos" —Le escribo en la Tablet haciéndola reír.

—Tal vez, pero somos el uno para el otro y bueno si hablamos de sentimientos estamos bastante enamorados. —Su rostro adquiere un gesto soñador cuando empieza a hablarme de algunos detalles que tiene Miguel diariamente con ella, todo va desde pequeños regalos que le deja en el bolso cuando la lleva al trabajo y que ella descubre cuando llega a su oficina y busca cualquier cosa dentro de él, hasta cenas sorpresas que le ha preparado para celebrar cada día que llevan juntos, yo solo me dedico a suspirar por las hermosas ocurrencias que me cuenta Cloe que hace él y entonces le hago saber que tiene bastante razón al decir que son tal para cual.

Cloe se queda conmigo hasta que la doctora viene con una enfermera para hacer el cambio de mi vendaje, con el paso de los días ya me he acostumbrado a que lo hagan y también se me ha hecho un poco más fácil ignorar la herida en mi pecho, he preferido no torturarme más pensando en cómo quedará cuando esté completamente recuperada. La doctora me habla en todo momento intentando distraerme y yo realmente se lo agradezco, la escucho atentamente cuando empieza a hablarme detenidamente sobre los ejercicios que empezaremos a practicar la próxima semana, al parecer ella está tan emocionada como yo por poder empezar a avanzar más en mi recuperación.

En cuanto ellas se marchan Dylan no tarda en aparecer por la puerta y yo aprovecho para contarle todo lo que me ha dicho la doctora, él se emociona bastante leyendo todo lo que le escribo en la Tablet contándole sobre los planes de la doctora para la próxima semana; cuando le digo que estoy prácticamente contando las horas para que por fin se llegue la nueva semana, él se ríe y me dice que también está ansioso por verme mejorar y para que por fin pueda salir del hospital, sé que está esperando tanto como yo el hecho de que por fin podamos estar solos en la privacidad del departamento.

La noche pasa tranquila en la compañía de Dylan, mis padres y él han estado turnándose para quedarse conmigo por las noches, aunque a decir verdad quien más se ha quedado conmigo ha sido mi madre; según lo que ella me ha contado, tiene bien controlados a ese par de gigantes y en realidad le creo pues he podido ver que Dylan atiende cada una de sus llamadas y abandona la habitación cuando mi madre se lo pide, definitivamente es todo un espectáculo ver como mi loca madre tiene dominado a Dylan.

En el transcurso de la noche Dylan me cuenta cómo ha estado funcionando todo en su trabajo, por lo que me dice puedo darme cuenta de que en realidad trabaja con maravillosas personas que lo han estado apoyando en todo lo que necesita, tanto que hasta el compañero con el que hace la sección en el programa vino a visitarme hace unos días, es un hombre bastante guapo y amable, comprendió mi situación y me preguntó muy pocas cosas para que no tuviera que escribir demasiado en la Tablet, lo que sí hizo fue contarme lo bien que se ha estado defendiendo Dylan en el trabajo; me contó que a veces pareciera que trabaja en el programa hace mucho tiempo, pues se desenvuelve perfectamente y no se bloquea ni se reprime cuando están al aire, también me contó que según los jefes el programa adquiere un toque picante cuando los dos empiezan a debatir y a hablar sobre algunos temas delicados de la política que muy pocas veces se atreven a tocar en los demás programas.

Yo le di uso a la Tablet y le escribí lo feliz que me hacía el hecho de que Dylan esté contando con tan buenas personas a su alrededor en el campo laboral y de paso le agradecí por todo el apoyo que le está brindando en estos momentos; pude ver cómo se sonrojó un poco al leer lo que le escribí y eso me causo bastante ternura; luego de que me hablara otro poco, se despidió prometiendo volver y estar al pendiente de mi situación por medio de Dylan.

Yo le agradecí de nuevo y me sonrojé bastante cuando dejo un suave beso en mi mano como todo un príncipe; luego de eso lo vi irse y hablar un momento con un ceñudo Dylan afuera de la habitación. Sin haber hablado con él pude saber que su ceño fruncido fue por el beso que dejó su amigo en mi mano y estaría mintiendo si dijera que eso no me causó un poco de gracia.copy right hot novel pub

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