Modo oscuro
Idioma arrow_icon

(COMPLETA) Descubriendo El Placer

Capítulo 105

POV Dylan.

Paciencia… Al parecer esa es una palabra que últimamente estará siendo como mi mejor amiga y la verdad es que eso no me emociona ni un poco; sé perfectamente que Sophie está aguantándose la risa en estos momentos; aunque me esté dando la espalda fingiendo que mira por la ventana del auto puedo sentir como está a punto de reírse de mi actitud extremadamente gruñona; en estos momentos vamos de camino a casa luego de haber ido a una de las últimas consultas con la psicóloga.

Sophie y yo aprovechamos para contarle sobre nuestros planes para tener una pequeña escapada y así alejarnos del mundo y disfrutar el uno del otro, pero la doctora Monroe estuvo en desacuerdo con nuestra idea y dijo que primero lo más conveniente era que Sophie terminara de sanar de sus heridas internas; para eso se le ocurrió la brillante idea de recomendarle que pasara una semana en la hacienda de sus padres.

Cuando escuché su recomendación un resoplido se me escapó y ahí se desencadenó una acalorada discusión entre la psicóloga y yo; aunque la verdad es que fue solo acalorada por mi parte, puesto que ella solo me respondía una y otra vez con su suave y melodiosa voz que todo era por el bien de Sophie y sé perfectamente que así es, pero el hecho de que ella estuviera tan tranquila y calmada mientras que yo estaba a punto de perder la compostura, fue sumamente frustrante y exasperante.

Tan pronto terminó la consulta prácticamente arrastré a Sophie fuera del consultorio logrando que una risita escapara de la doctora Monroe, hasta yo mismo creo que parecía un cavernícola gruñéndole a todo el que la miro de camino al estacionamiento donde la metí inmediatamente en el auto y salí como alma que lleva del diablo de allí, para alejarme de las ideas absurdas de la psicóloga.

—Anda, búrlate de mí. —Le digo cuando estamos llegando al departamento, ella se queda en silencio y luego se le escapa una risita.

—Lo siento, es solo que debiste ver tu cara cuando la doctora Monroe hablo de irme a visitar a mis padres. —Otra risita se le escapa y eso me hace sonreír arruinando mi máscara de enojo.

—Es solo que me parece algo tonto que haya dicho que debías ir sin mí, no es como que yo sea mala influencia o algo. —Le digo ayudándola a bajar del auto.

—No lo hizo por ese motivo Dylan y lo sabes, solo querías que ella te diera la razón, pero tu plan no funcionó. —Me dice riéndose de nuevo, caminamos tomados de la mano y yo la guio hasta un restaurante que hay cercano al departamento, decidiendo que es mejor desviarnos y almorzar juntos en vez de dejar que ella cocine algo ya que no la dejo hacer mayor cosa en el departamento, sé de sobra que eso la enoja. —De todas formas, yo estoy de acuerdo contigo, por lo que solo me quedaré con mis padres por el fin de semana; una semana es demasiado tiempo para que estemos separados y más en estos momentos. —Sonrío levemente sabiendo que se refiere al hecho de que estamos arreglando los pequeños problemas que estábamos teniendo.

Cuando entramos al restaurante nos ubicamos como siempre en una de las mesas del fondo buscando un poco de intimidad, una chica se acerca rápidamente a atendernos y mientras Sophie está deliberando que pedir yo me quedo mirándola fijamente; si tuviera que describir que fue lo que estuve sintiendo todos estos días en los que la sentía tan distante de mí, podría decir que fue como una mezcla de temor, desesperación, y tristeza; todo acumulado dentro de mí, la idea de que ella en cualquier momento me dijera que ya no quería nada conmigo me tenía aterrado, no sabía que más hacer para que saliera de la burbuja en la que se estaba internando poco a poco, negándome la posibilidad de acercarme a ella y apoyarla en los momentos difíciles.

Reparo con detalle cada una de sus acciones y pequeñas costumbres, me divierte ver como arruga un poco la nariz mientras decide que comerá, el hecho de que inconscientemente juega con su cabello mientras examina detenidamente el menú y el suspiro dramático que da suavemente acompañado por un ceño fruncido cuando se desespera por no poder decidir que pedirá, me he podido dar cuenta de que siempre que salimos a comer pasa lo mismo y yo me deleito mirándola fijamente hasta que deja el menú a un lado y me mira con una sonrisa que me roba la respiración, una sonrisa cargada de amor y ternura que es exclusivamente para mí.

— ¿Te decidiste? —Le pregunto adivinando desde ya su respuesta.

— ¿Tu ya lo hiciste? —Me pregunta con un gesto que pretende ser inocente y me rio fuertemente al intuir sus intenciones; cada vez que salimos y no puede decidirse entre dos opciones, yo termino pidiendo una de ellas y luego compartimos la comida entre nosotros, es algo que poco a poco se ha ido convirtiendo en una costumbre.

— ¿Qué quieres que pida? —Se le escapa una risita y me dice los nombres de los dos platos que le han llamado la atención; cuando le informo nuestro pedido a la mesera y nos quedamos de nuevo solos me quedo mirándola fijamente haciendo que ella se sonroje.

— ¿Qué pasa? —Me dice en voz baja mientras que la acerco a mí lentamente.

—Nada, solo que te amo demasiado, cielo.copy right hot novel pub

Comentar / Informar problema del sitio