Cuando mi madre termina de hablar ambos se quedan mirándome fijamente esperando por mi reacción, pero creo que me he quedado en shock; sinceramente uniendo el hecho del montón de papeles que estaban revisando y firmando últimamente con las reformas que empezaron a realizar de manera repentina en la hacienda, ahora le veo sentido a todo, pero una cosa era tener sospechas o ideas de algo y otra es que ellos mismos me lo confirmen. Me quedo sosteniéndoles la mirada pensando exactamente en cómo me siento y al final una enorme sonrisa se me escapa haciéndolos suspirar de alivio.

— ¿Eso quiere decir, que tendré un hermanito menor? —En cuanto termino de formular la pregunta mi padre empieza a reírse y mi madre se pone de pie para abrazarme.

—Oh cariño, me alegra muchísimo saber que no estás enojada por nuestra decisión. —Niego con la cabeza cuando me separo y luego me fundo en un abrazo con mi padre.

—Claro que no, mamá, sorprendida sí, pero no enojada; me parece hermoso que estén tan dispuestos a brindarle un hogar a un niño que se lo merece y lo necesita, pero bueno ahora quiero que me lo cuenten todo sobre él y por supuesto quiero saber cuándo podrán traerlo a vivir en la hacienda... ¡Dios! Esto me emociona realmente.

El resto de la mañana me la paso hablando con mis padres sobre Marcos; con todo lo que me dijeron pude darme cuenta de que es un niño bastante maduro para su edad y aunque no ha tenido una vida demasiado fácil, siempre le ve el lado bueno a todo y trata de ser optimista en cuanto a su futuro; según mis padres él aún no sabe que lo van a adoptar, ellos mismos le darán la sorpresa el día en que vayan a recogerlo y para eso solo quedan dos semanas que es lo que tardaran en terminar los arreglos de la hacienda ya que los tramites de la adopción ya están listos y los papeles que ellos habían estado revisando en estos días eran de la hacienda, no de la adopción.

También se encargan de explicarme que no me habían contado nada por el hecho de que yo ya tenía bastante en mi cabeza con mis terapias y mi recuperación, por lo que decidieron esperar a que todo estuviera listo para darme la noticia.

—Nos gustaría que vayas con nosotros el día en que recogeremos a Marcos, cariño. —Me dice mi madre mientras yo le ayudo a organizar el cuarto que ocupara Marcos. —Tu padre y yo pensamos que eso será primordial para que él se sienta ya en casa y en familia.

—Sería genial, estoy bastante emocionada por conocerlo y también creo que ha sido un gesto muy hermoso el que han tenido papá y tú, todos los niños merecen un hogar y ya que ustedes están establecidos y tienen la manera de darle una buena vida a Marcos, creo que todo estará más que bien y que él sentirá que tiene una familia que lo ama y que lo cuidará siempre. —Mi madre que se encuentra guardando la ropa que le compró a Marcos en un pequeño armario me mira y me da una sonrisa temblorosa para después llorar, yo me acerco a ella rápidamente y la abrazo.

—Lo siento, es solo que estoy muy feliz por estar dándole un hogar a ese pequeño ángel, ¿Crees que le gustaremos como padres? —Yo asiento suavemente y la hago sentarse en la cama con forma de coche de carreras que hay en la mitad de la gran habitación.

—Todo estará bien mamá ya lo verás, Marcos estará encantado correteando por los alrededores y disfrutando de los juegos que le están instalando afuera, además tú y papá lo criaran de la mejor manera, como hicieron conmigo; mejores padres, no podrá tener, lo digo por experiencia propia. —Le digo haciéndola reír.

—Estoy muy nerviosa, ya tuvo que soportar que sus padres biológicos lo abandonaran, no quiero que piense que nosotros haremos lo mismo. —Cuando escucho sus palabras mis ojos se llenan de lágrimas; cuando mis padres me contaron que los padres de Marcos lo habían dejado abandonado cuando tenía cuatro años en la puerta del orfanato, sin motivo ni explicación se me rompió el corazón, ¿Cómo puede alguien ser tan malvado y hacerle eso a un pequeño inocente?, definitivamente el mundo está lleno de monstruos que se hacen llamar personas.

—No te preocupes, Marcos va a estar bien y aún más cuando le hornees tus súper pasteles de chocolate. —Ambas compartimos una sonrisa cómplice al recordar cómo le dábamos a papá grandes trozos del pastel de chocolate que hacia mi madre cada vez que queríamos pedirle algo importante para nosotras a cambio. —Mirando al pasado puedo decir que tengo parte de mis mejores recuerdos en todos los rincones de esta hacienda, sé que Marcos también empezará a tener hermosos momentos aquí y yo quiero formar parte de muchos de ellos.copy right hot novel pub