La espera para conocer al fin a Marcos se me hace eterna, mis padres ya han terminado con todos los cambios que estaban haciendo y para cuando Marcos llegue a su nuevo hogar, encontrará una gran zona de juegos para su entretenimiento, además de que mi padre tuvo la grandiosa idea de hacer modificar también la piscina para que así tuviera una zona segura para niños; con todo lo que me contó mi madre sólo pude pensar en que no veo la hora de poder ser testigo de la expresión que tendrá Marquitos cuando vea todo lo que espera por él en su nuevo hogar.

—¿Estás nerviosa? —Me pregunta Cloe mientras terminamos de escoger juntas la ropa que usaré mañana para ir a la hacienda de mis padres.

—Un poco, bueno bastante ansiosa, en realidad; ya quiero conocerlo por fin. —Le digo dejando la ropa a un lado y sentándome a su lado.

—Todo estará perfecto, tener un hermano menor es algo hermoso; Gregorio y yo la pasamos genial cada vez que nos vemos, diversión en tu vida no va a faltar de ahora en adelante, te lo aseguro. —Me dice sonriéndome cálidamente.

—Por cierto, ¿crees que podrías llevar a Gregorio a la hacienda uno de estos días para que Marcos lo conozca? —Me pongo de pie mientras pienso en lo bueno que será para él tener otro niño alrededor.

—Me parece una idea estupenda, ahora que lo medito me doy cuenta de que ellos tienen prácticamente la misma edad, Gregorio solo le lleva un año y algunos meses a Marcos, podrían llegar a ser grandes amigos. —Mientras guardamos toda la ropa que hemos sacado del closet puedo imaginar todas las ideas locas que debe estar pensando Cloe para nuestros pequeños hermanitos, nada más de ver el gesto malicioso que hay en su rostro puedo intuirlo.

—Me alegra que Miguel y tu hayan venido. —Le digo cambiando el tema para que no siga con sus ideas locas.

—Ha sido un placer, hace tiempo que no te veíamos ni a ti, ni a tu bomboncito; queríamos saber si ahora todo va bien. —Su pregunta me hace suspirar, ella tuvo que consolarme varias veces por teléfono mientras yo le contaba lo que estaba sucediendo con Dylan, pues yo le había prohibido visitarme, ya que no quería que me viera en mi lamentable estado.

—Ahora todo está muy bien, las terapias de la doctora Monroe nos ayudaron bastante. —Le regalo una sonrisa sincera.

—Eso me alegra bastante, hubiera sido bastante trágico que lo de ustedes se acabara. —Asiento suavemente dándole la razón y luego tomo sus manos entre las mías sorprendiéndola.

—Quería darte las gracias, fuiste un gran apoyo para mí en esos momentos. —Ella se sonroja levemente y luego me atrae hasta ella para darme un largo abrazo; cuando la escucho suspirar pesadamente me separo de su cuerpo y la miro con determinación. —Y por todo lo que hiciste por mí, quiero ayudarte, sé que algo anda mal Cloe; ¿quieres contarme de qué se trata? —Se tensa levemente y luego rehúye mi mirada intentando esquivar el tema.

—No sé de qué hablas, todo marcha bien. —Intenta salir de la habitación, pero se lo impido interponiéndome en su camino.

—Ambas sabemos que estás mintiendo, te noté bastante rara durante la cena; estabas apagada y distante, ¿qué pasa Cloe? —Ella me mira fijamente durante unos segundos y luego vuelve a suspirar, camina hasta su bolso y cuando saca algo de él empieza a caminar por la habitación poniéndome nerviosa; estoy por preguntarle una vez que sucede cuando ella me lanza una bomba que me deja completamente en shock.

—Estoy embarazada. —Me dice dejándome estática y mostrándome varias pruebas de embarazo en su mano, abro y cierro la boca sin saber que decir y ella me mira con los ojos muy abiertos.

— ¿Qué? —Le digo cuando recupero la voz y en cuanto veo una mueca de dolor en su rostro niego rápidamente. —Lo siento, frase equivocada.copy right hot novel pub