Nos quedamos un rato más hablando y poco a poco mis caricias son más atrevidas y cuando menos lo pienso me encuentro dándole pequeños roces a su dura erección con la palma de mi mano, Dylan acaricia mi espalda y suelta pequeños gemidos complacidos por mi toque.

—Ci—cielo no, espera. —Él intenta detenerme cuando empiezo a deshacerme de la sudadera que utiliza para dormir, pero yo no le doy tiempo de pensar sacando su duro miembro de su ropa interior y acariciándolo con libertad, sé que quiere resistirse a mi toque, pero quiero complacerlo aunque sea de esta manera, ya que aún faltan unos días para que Angie me diga que es seguro para mi salud el hecho de tener sexo.

Busco sus labios y él me recibe gustoso mientras que mi mano sigue acariciando su duro miembro; me trago sus varoniles gemidos y él me acaricia el cuerpo con desesperación; me deleito por varios minutos con sus reacciones a mi toque hasta que siento que sus testículos se tensan; entonces sé que está por venirse, mis caricias se vuelven rápidas y el empuja su pelvis contra mi mano gimiendo fuertemente; unos segundos después puedo ver perfectamente cómo llega a su orgasmo, el rugido que sale de su garganta me hace estremecer de placer y puedo sentir como las ráfagas de su semen se derraman por mi mano; prolongo mis caricias hasta que los espasmos de placer dejan de circular por su cuerpo y luego contemplo su saciada expresión.

—Te amo. —Le susurro antes de dejar un suave beso en sus labios, cuando nos separamos me mira con una hermosa sonrisa en su rostro y luego niega con la cabeza.

—Prácticamente acabas de abusar de mí, ¿sabes? —Me rio fuertemente por su ocurrencia y luego me pongo de pie negando esta vez yo con la cabeza.

—No es como si hubieras puesto mucha resistencia, en realidad. —Antes de que pueda responder me adentro en el baño y me concentro en limpiarme; unos segundos después él entra totalmente desnudo y me da una mirada indignada mientras se dirige a la ducha.

—Ahora resulta que yo soy al que han ultrajado y de paso tengo la culpa, mi hermano es policía, no lo olvides. —Me rio de nuevo por sus locuras e intento salir del baño, pero él me lo impide y al final terminamos ambos en la ducha besándonos entre risas y bromas. —Te amo. —Me dice él cuando salimos de nuestro improvisado baño. —Me alegra mucho tenerte en mi vida y saber que estás conmigo, soy muy afortunado. —Tan pronto termina de hablar acercó mis labios a los suyos y dejo un suave beso en ellos, él me lleva en sus brazos hasta la cama y luego volvemos a acurrucarnos juntos.

—Yo también soy muy feliz al tenerte junto a mí, te amo. —Él me da una hermosa sonrisa y luego de dejar un beso en mi frente pega su cuerpo más al mío brindándome su calor corporal.

—¿Te sientes lista para mañana? —Me dice acariciando mi rostro.

—Mucho, estoy bastante emocionada por esto y si te tengo conmigo todo será aún mejor. —Tomo una de sus manos entre las mías y dejo un beso en ella, definitivamente cuento las horas para poder conocer a Marcos, me muero de ganas por darle un enorme abrazo y poder compartir con él.

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Frunzo un poco el ceño al sentir la leve molestia de la luz que entra por los grandes ventanales de la habitación contra mi rostro, por lo que aprieto aún más mis ojos cerrados; luego intento volver a conciliar el sueño, pero me es imposible, así que decido abrir por fin los ojos e inspeccionar un poco a mi alrededor; según el reloj que hay en la mesita de noche, son las ocho y media de la mañana y Dylan aún está aferrado a mi cuerpo con firmeza. Me remuevo un poco contra él y una enorme sonrisa se me escapa al reparar el gesto tranquilo que hay en su hermoso rostro, acaricio suavemente sus pobladas cejas y él frunce el ceño levemente haciéndome soltar una risita; creo que va a despertar, pero él solo se acomoda más contra mi cuerpo y sigue durmiendo.

Lo contemplo por un rato más y luego decido separarme de su cuerpo con lentitud para poder salir de la cama, no diré que es una tarea sencilla, pero al final lo logro; me escabullo hasta el baño y me ocupo de necesidades, luego me lavo la cara y los dientes para salir de nuevo a la habitación. Una sonrisa se posa en mi rostro cuando pienso en que hoy es el día en que por fin conoceremos a Marcos, creí en serio que este día nunca llegaría y es que a pesar de que apenas han sido unos días desde que mis padres me dieron la noticia de la llegada de marquitos, la espera se me ha hecho eterna.

Me recuesto contra el marco de la puerta del baño y contemplo a Dylan durante unos largos segundos, justo ahora está boca abajo y las sábanas están enredadas en sus piernas dejando su ancha espalda tatuada y su prieto trasero enfundado en unos bóxer negros a la vista, definitivamente bendigo el día en el que me atreví a pedirle que durmiera de nuevo en ropa interior conmigo; creo que hasta ahora no me había dado cuenta de cuanto extrañaba esa visión de él ante mis ojos; recuerdo perfectamente que unos días después me decidí a mostrarme con el torso desnudo de nuevo ante él, fue un paso bastante difícil, pero creo que nos ha traído hasta donde estamos.

Flashback

Miro por una rendija de la puerta como Dylan prepara la cama para poder acostarnos a disfrutar de una noche de películas, camina cómodamente por la habitación en tan solo un bóxer, me quedo embobada viendo como sus músculos se contraen cuando él acomoda una pila de almohadas en la cabecera de la cama; mi mirada se queda trabada en su pecho cuando él se rasca distraídamente uno de sus pectorales y mira alrededor comprobando que todo esté en orden. En el momento en que su mirada se desvía hasta la puerta del baño me congelo creyendo que me ha descubierto, pero él solo mira la madera de la puerta ignorando mi sutil espionaje.copy right hot novel pub