—¿Cielo?, ¿Sophie? —Siento como me remueven suavemente y un sonoro quejido se me escapa, realmente quiero dormir más, necesito reponer las energías que me abandonaron el cuerpo hace un buen rato; siento que grandes manos siguen removiéndome y acariciándome con cuidado y una débil protesta escapa de mi boca, provocando que una ronca risa inunde mis oídos. —Vamos dormilona, levántate; necesitas beber y comer algo. —Me quejo otro poco ante la voz que me despierta, pero luego empiezo a abrir los ojos lentamente, encontrando dos hermosos ojos azul cristalino esperando por mí; una sonrisa bobalicona se me escapa al reparar en el hermoso rostro de Dylan y antes de que me pueda decir de nuevo que me levante, me estiro perezosamente en la cama para después sentarme frente a él.

—Hola, futuro esposo. —Le digo en voz baja haciéndolo reír; luego acerco mis labios hasta los suyos y dejo un suave beso en ellos, entonces me doy cuenta de que tengo puesta una de sus grandes camisetas y esta vez con ropa interior debajo.

— ¿Cómo te sientes? —Me pregunta pasándome un enorme vaso lleno de jugo, yo me lo bebo todo con ansias, dándome cuenta entonces de la sed que tenía, puedo ver un brillo de preocupación en su rostro mientras que termino el delicioso jugo y eso me confunde un poco.

—Bueno hubiera preferido seguir durmiendo, pero estoy bastante bien en realidad. —Me acerco hasta su cuerpo y me acomodo contra él como puedo, buscando su refugio.

—¿Segura? —Me pregunta dubitativamente, pero abrazándome con fuerza contra él.

—Sí, ¿Tú estás bien?, ¿Qué sucede? —Le pregunto dándome vuelta y mirándolo fijamente, él solo toma una de mis manos entre las suyas y deja un suave beso en ella.

— ¿Cómo te sentiste hace un rato?, con las nuevas cosas que probamos. —Me dice examinando mis gestos y no puedo evitar que un fuerte sonrojo se apodere de mi rostro cuando recuerdo el clímax tan arrasador que me provocó cuando me enseño un poco de lo que lo que se trata el sexo anal.

—Bueno, yo... me sentí muy bien en realidad, al principio estaba asustada. —Niego con la cabeza intentando esquivar su mirada, pero él me lo impide regalándome una hermosa sonrisa. —Pero luego... sentí mucho placer; cuando me relaje y deje que me demostraras lo bueno que podía ser. —Escondo mi sonrojado rostro en su cuello haciéndolo reír y me relajo por completo contra él cuando empieza a acariciar mi cabello.

—Si eso te gustó. —Me dice pegando su boca a mi oído haciéndome estremecer. —Imagina el infinito placer que puedes llegar a sentir cuando te penetre con mi pene, planeo volverte loca de placer ese día. —Me aferro a su cuerpo como puedo sintiendo como mi sexo se contrae y como mi piel se eriza cuando él termina de susurrarme al oído.copy right hot novel pub