Salimos de la habitación tomados de la mano y aún alucino por lo que acaba de pasar, no me molestó que me hubiera dicho eso, en realidad me excitó y no sé si este mal el hecho de estar deseando que cumpla con su amenaza pronto. Intento dispersar mis pensamientos mientras llegamos a la cocina, saludamos a todos los que nos vamos encontrando y luego de eso recibimos el delicioso desayuno que han preparado algunas chicas, mañana será mi turno de ayudar en la cocina y espero poder hacer algo tan delicioso como esto.
Charlamos un poco, para luego escuchar los planes que tienen algunos, varios hombres ya planearon un partido de fútbol por lo que la mayoría de las mujeres se han propuesto ser sus porristas, al final terminan convenciendo a Dylan de que juegue, por lo que él y Miguel se devuelven al dormitorio para cambiarse por ropa más deportiva. En su ausencia Cloe intenta persuadirme para que le dé información sobre mi noche con Dylan pero me hago la loca ayudando a lavar los platos mientras que la ignoro por completo.
Luego de terminar de ayudar a dejar la cocina organizada y limpia me dirijo con los demás a la gran cancha de fútbol que hay en la hacienda, al final todos vamos a ver el partido hasta los pequeños se emocionan y animan a sus padres para que ganen, estoy hablando con Cloe sobre el ánimo que pueden llegar a tener algunos niños cuando veo que Dylan entra a la cancha y se me corta la respiración cuando veo que se ha puesto una pantaloneta corta que deja a la vista sus torneados muslos y sus piernas, tiene una camisa sin mangas y pienso que soy yo quien quiere besar cada parte de su cuerpo.
Cloe me da un codazo al ver que me he quedado embobada devorándome con la mirada a mi muy sensual y fortachón novio.
—Hay que ver que el bomboncito tiene un cuerpo muy comestible, pero como te niegas a aprovecharte de él no diré nada más. —La voz indignada de Cloe me hace reír y pienso que justo ahora su idea loca de empotrarlo contra la pared no me parece tan mala, pues esa corta pantaloneta que resalta sus piernas y su prieto trasero, me invita a acariciarlo y disfrutar de su cuerpo.
Los chicos empiezan a distribuir los dos equipos y me obligo a concentrarme, al final Dylan y Miguel quedan en el mismo equipo y como Adam ha quedado en el equipo contrario les ha declarado la guerra como todo un guerrero de Troya haciéndonos reír a todos.
El partido comienza y con él los gritos y porras de las chicas, como no soy tan gritona ni animada como las demás me dedico a observar y sufrir un poco con el partido o lo que más entiendo de él, pues nunca me he interesado demasiado por el fútbol o cualquier otro deporte, en un momento de descuido Miguel se queda con el balón y antes de llegar a la portería se lo pasa a Dylan, que luego mete un gol, todas las chicas enloquecen y más aún cuando él me señala y luego se dirige a toda prisa hacia las gradas, al llegar hasta mí me da un beso que me deja delirando para luego irse a celebrar con sus compañeros, las chicas suspiran y los chicos arman escándalo haciendo comentarios subidos de tono por lo que me vuelvo un tomatito, cuando la algarabía pasa nos volvemos a sentar y Cloe me da un nuevo codazo que me hace mirarla.
—Definitivamente eso fue de lo más caliente. —Me dice con una mirada soñadora en su rostro.
Me quedó en silencio dándole la razón mientras noto que algunas chicas me miran, unas con envidia y otras con sonrisas insinuantes en sus labios, volteo la vista y me concentro en el partido. Después de un rato Adam mete un gol empatando el marcador y como celebración empieza a bailar la Macarena con sus compañeros para después tirarle un beso a Ruth, la miro y noto que ella también se sonroja por lo que me siento mejor al saber que tengo otro tomatito entre mis compañeras.
El partido transcurre entre risas y porras que inventan los niños y al final terminan empatados dos a dos, empezamos a bajar de las gradas para ir a hablar con los chicos y de paso les llevamos botellas de agua para que se refresquen.copy right hot novel pub