Pov Dylan

Acaricio suavemente su mejilla mientras la miro y se remueve un poco para acurrucarse más contra mi pecho, la estrecho entre mis brazos y la miro nuevamente, definitivamente me quedaría mirándola por horas, memorizando cada rasgo suyo, cada movimiento, cada suspiro que lanza en medio de sus sueños.

Se lo dije, realmente se lo dije, le confesé que la quiero y no sé si sea muy rápido o muy loco, pero es lo que ella me provoca. Cuando se quedó callada se me fue el aire, pensé que si ella no me quería bien podía hacerlo más adelante solo debería tener paciencia, pero ella me correspondió, fue toda una sorpresa cuando literalmente se lanzó contra mí para confesarme que sentía lo mismo. Creo que describir lo que me hizo sentir sería tarea imposible.

La primera vez que la vi agachada recogiendo un gran desastre de papeles mientras que hablaba con ella misma, pensé que solo era un chica más, solo que lo suficientemente distraída para llevarse prácticamente todo el tablero de anuncios por delante, pero cuando me topé con esos ojos llenos de vergüenza y sus mejillas se sonrojaron, me quede helado, destilaba ese aire de inocencia que me cautivo, encontrar a una chica así por estos tiempos ya es un poco complicado, no es que ya no hayan es solo que las pocas que hay o bien ya tienen pareja o solo son fachadas que esconden mujeres frías y calculadoras detrás. Y entonces lo mejor que pude hacer fue actuar como un idiota, estaba tan confundido por las sensaciones que me provocó que empecé a actuar como en el pasado.

Si tuviera que describir el momento exacto en que quede flechado, sería cuando ella me clavo esa tachuela y luego huyó, me dejó sorprendido, pero apenas desapareció de mi vista me reí muchísimo por su manera de ponerme en mi lugar, me demostró que dentro de esa chica tímida había una gatita furiosa que se sabía defender.

No sabía quién era ni de donde había salido, pero lo que si tenía muy claro era que quería verla de nuevo, hasta estaba dispuesto a hablar con el encargado de seguridad para que me dejará ver las grabaciones de nuestro encuentro. Pero al parecer, fue mi día de suerte pues la reunión que tenía ese día con una chica de una editorial resultó ser con ella y entonces me propuse demostrarle que no era un idiota.

Una baja risa de me escapa al recordar por lo que hemos pasado en este poco tiempo, Sophie supo cómo envolverme en un instante, pero yo estoy feliz de que lo haya hecho.

No voy a decir que mi vida era gris antes de ella y que andaba quejándome en los rincones por mi desgracia, no, pero si miro hacia atrás a como era mi vida antes de que ella llegara puedo decir que era un poco vacía, si, a veces salía con los chicos de la emisora a discotecas o a conocer lugares nuevos y la pasaba bien, pero no es lo mismo disfrutar con tus amigos y salir de fiesta a tener a alguien con quien simplemente hablar de todo o de nada, pasar una noche tranquila solo caminando un poco o salir a cenar y con ella he descubierto que hacer algo tan simple como comer un helado sentados en un parque es algo memorable, porque no se trata del lugar en el que estés o de hacer algo estrafalario, no, se trata de la persona con la que compartas tu tiempo y tengo muy claro que con mi pequeña quiero pasar mucho tiempo.

La abrazo más contra mi cuerpo y pienso en el momento que hemos vivido en esta misma cama hace un rato, fue algo especial, muy especial, no solo fue nuestra primera vez juntos tan íntimamente, sino que fue su primera vez con un hombre. Haber podido adorar su cuerpo fue algo malditamente bueno y aunque creí que me volvería loco cuando empezó a llorar, luego pude encontrar la forma de darle placer, fue realmente bueno y memorable, ella es mi primera relación seria y lo único que quiero es poder hacer las cosas bien, también me doy cuenta de que es la primera mujer con la que he tenido relaciones sexuales con sentimientos de por medio y eso me hace inmensamente feliz. Decido que lo mejor será dejar de divagar, me acomodo contra ella; una tonta sonrisa adorna mi rostro al sentir su pequeño cuerpo encajar con el mío y entonces me dejo llevar por los brazos de Morfeo.

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El canto de las aves empieza a despertarme y abro lentamente los ojos para encontrarme pegado como una lapa al cuerpo de Sophie, miro el reloj en mi muñeca y me doy cuenta de que son las ocho de la mañana, así que decido levantarme para revisar que todo esté bien después de la noche de tormenta que hubo. Me aseo un poco en el baño, me pongo un bata y me dirijo afuera a revisar a nuestro compañero equino, lo encuentro comiendo tranquilamente por lo que vuelvo a adentrarme a la casa después de acariciarlo un poco.

Se me viene la idea de prepararle un delicioso desayuno, después de lavarme las manos busco las cosas necesarias y empiezo a prepararlo todo. Estoy concentrado batiendo unos huevos cuando siento que unas pequeñas manos rodean mi abdomen, mi piel se eriza por completo al sentir su tacto, dejo lo que estoy haciendo y entrelazo nuestros dedos.

—Alguien han decidido despertarse y arruinar mi sorpresa, ¿eh? —Siento que se sacude un poco detrás mientras se ríe bajito.

—Lo siento, si quieres puedo volver a la cama y fingir que duermo. —Su propuesta me hace reír y separo nuestras manos para darme la vuelta y encontrarme con su hermoso rostro lleno de diversión.

—Ya no tiene caso, así que mejor te hago mi asistente de cocina. —Me observa arrugando su bella nariz por lo que dejo un pequeño beso en ella y luego tomo cintura para sentarla sobre la encimera de la cocina dejándola sorprendida.copy right hot novel pub