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(COMPLETA) Descubriendo El Placer

Capítulo 50

La semana se me pasa volando, me turno con mi madre para cuidar a papá y su estado es cada vez mejor, cosa que nos alegra demasiado, Juana ha estado pendiente de su recuperación en todo momento, así mismo lo han hecho Dylan, Cloe y Miguel. Mamá ha preparado todo para que el viaje de aniversario adelantado sea este mismo fin de semana, al final mi padre ha dejado de refunfuñar y de decir cosas negativas sobre el viaje, creo que en el fondo él también necesita un tiempo a solas con mi madre.

El miércoles Dylan tuvo un día bastante ajetreado en la emisora, pero aunque le dije que no pasaba nada envió a su hermana Lisa, ella se comportó demasiado bien conmigo y cuando conoció a mi padre congenió a la perfección con él, hasta puedo decir que le agradó bastante a mi padre, pues lo hizo reír varias veces.

Luego de que dejáramos a mi padre en compañía de mi mare, me invitó a tomar algo en una cafetería cercana al hospital, allí me contó que trabaja como fiscal general y que se ha ganado con sangre y sudor el respeto de muchos hombres machistas que se ha encontrado en su trabajo. Supuse que el trabajo que tiene ha de ser por la carrera que le impuso su padre y eso me deja un poco triste, pues aunque Dylan se fue justo por eso, él debió haber seguido en la misma actitud con sus demás hijos.

Aunque sentí curiosidad por preguntarle sobre los otros miembros de su familia lo evité por completo, en vez de eso respondí todas las preguntas que me hizo sobre mi trabajo en la editorial, me contó que está saliendo con un juez que conoció en su trabajo, pero que aún no se arriesga a tener nada serio con él, pues sus trabajos les roban demasiado tiempo y luego intentó averiguar lo que más pudo sobre mi relación con su hermano, logrando que me sonrojara escandalosamente. Me entretuve bastante con ella y nos despedimos ya pasadas las nueve de la noche, y antes de irme a dormir hablé un poco con Dylan.

El fin de semana se llega bastante rápido y temprano en la mañana pudimos obtener la salida de mi padre del hospital, haber salido en una silla de ruedas le disgustó por completo, pero con los regaños de mi madre se aplacó un poco, Dylan nos acompañó en todo momento y después de acomodar a mi padre en su camioneta nos llevó hasta el aeropuerto.

Justo ahora estamos todos esperando la llamada de su vuelo con rumbo a Acapulco, de allí serán conducidos a una pequeña pero tranquila isla, en donde pasarán veinte días. Juana, Cloe y miguel también vinieron para despedir a mis padres, los tres hombres están charlando animadamente mientras que yo le repito una y otra vez a mi madre algunos cuidados a tener con mi padre logrando que ella ruede los ojos cómicamente, además de eso le repito que me llame y me envíe fotos durante su viaje, luego Cloe y yo le ayudamos a ella a hacer un recuento de todas las cosas que debió haber dejado listas tanto en la hacienda, como para el viaje.

Cuando dan el llamado para su vuelo todos nos despedimos efusivamente de ellos, mi padre le deja instrucciones minuciosas a Dylan y a miguel para que me cuiden y ellos las atienden asintiendo al mismo tiempo haciéndome reír. Me despido de mis padres, repitiéndoles lo mucho que los echaré de menos y lo mucho que los quiero, luego vemos como un guardia del aeropuerto le ayuda a mi pequeña madre con la silla de ruedas de mi padre haciendo que él ponga mala cara, cuando desaparecen de nuestras vistas Dylan me abraza fuertemente sabiendo que esto me deja un poco triste, pues realmente los voy a extrañar.

Cuando llegamos al parqueadero nos despedimos de Cloe y Miguel, mi amiga intenta convencerme para que me tome el día libre, pero me niego rotundamente, prefiero ir y ocupar mi mente en el trabajo, pues debo adelantar unas cuantas correcciones y realizar algunos trabajos que se me han acumulado en la semana. En lo único que doy mi brazo a torcer es en ir a desayunar antes de ir a la editorial.

Después de despedir a Cloe y Miguel, Dylan acerca a Juana a una dirección que ella le indica, intento convencerla para que desayune con nosotros, pero se niega por completo, pues según ella desayunará con su hermana antes de que la recojan para irse a la hacienda. Cuando nos quedamos solos estoy a punto de bajarme del auto, pero su gran mano me detiene y me acerca a su cuerpo.

—¿Estás bien? —Me pregunta suavemente, recibiendo un leve asentimiento de mi parte. Él se acerca lentamente a mí y me besa, pero cuando va a romper nuestro beso, tomo valor de mi reserva especial y lo acerco de nuevo a mi cuerpo.

Gime en apreciación cuando entiende lo que quiero y me aprieta contra su pecho profundizando nuestro beso, nos besamos olvidándonos del mundo como siempre lo hacemos y pienso que realmente necesitábamos un momento a solas, pues últimamente hemos estado demasiado ocupados como para poder tenerlo. Nuestras lenguas se encuentran y un escalofrío me recorre por completo cuando él me toma del cuello y voltea un poco su rostro provocando más intensidad en nuestro apasionado beso.

Me toma de la cintura y me sienta encima de su regazo, pero cuando siento que aprieta mi trasero la realidad me golpea y empiezo a intentar disminuir poco a poco nuestro beso.

—Espera. —Le digo bajito cuando empieza a besar mi cuello. —Dylan, para. —Al parecer mis palabras logran sacarlo de su estado de excitación pura y me abraza fuertemente contra su pecho mientras intentamos regular nuestras respiraciones.

—Lo siento, lo siento mucho.copy right hot novel pub

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