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(COMPLETA) Descubriendo El Placer

Capítulo 57

La noche del sábado terminó muy bien, exceptuando el hecho de que Cloe tomó un poquito de más y terminó contándonos lo bueno que es Miguel en las artes del amor y la pasión, hasta nos quiso hacer una demostración gráfica de lo bueno que es. Tuvimos que llevarla prácticamente a la fuerza hasta su cuarto, lo bueno fue que apenas tocó la almohada se quedó dormida; aunque eso no quita el hecho de que nos dejó traumadas.

Valentina y yo nos acomodamos en el cuarto de invitados y hablamos sobre cómo le fue con Alejandro, me contó que le repitió varias veces lo hermosa que estaba y que también la invitó a almorzar el martes en la universidad, estaba demasiado animada y yo compartí su felicidad, luego de bromear un poco sobre cómo enloquecería Cloe con la noticia al día siguiente, nos quedamos dormidas.

El domingo por la mañana nos levantamos casi a la par y decidimos hacer el desayuno mientras esperábamos a Cloe, nos encontramos charlando un poco sobre su carrera cuando mi loca amiga entra arrastrando los pies a la cocina, por primera vez la veo un poco desastrosa; tiene el cabello revuelto y el maquillaje corrido lo cual la hace ver bastante chistosa.

—Maldición, no volveré a tomar en mi vida. —Dice con voz ronca dejándose caer con poca gracia en una de las sillas del pequeño comedor, recarga su cabeza en la mesa quejándose y lloriqueando, haciéndonos reír.

—Bueno, esperemos a que llegue la próxima noche de chicas y veremos. —Dice Valentina acercándose al lavaplatos para llenar un vaso con agua y llevárselo, luego sale de la cocina para aparecer con un frasco de pastillas en la mano, saca dos, se las entrega y Cloe no tarda en tomarlas.

—Mmm, amo el agua y a ustedes chicas, porque huele delicioso, lo que quiere decir que no tendré que cocinar, sólo espero no haber estado muy loca ayer. —Se acerca por otro vaso con agua, Valentina y yo nos miramos y rompemos a reír, ella hace un sonido de dolor y nos mira con cara de pena. — ¿Hice muchas locuras?

—No, bueno, querías darnos una clase de las mieles del amor con tu novio, así que no fue gran cosa. —Le dice Valentina haciéndome reír, la cara de Cloe es toda una mezcla de confusión y diversión.

—Oh, bueno, no es algo que no haya hecho antes con Sophie. —Su cara es de alivio.

—Conmigo no has hecho demostraciones gráficas, así que creo que ha sido algo nuevo.

— ¡No me jodas! ¿Yo hice eso?, pero qué mierda fue lo que tomé, por Dios, pero ¿al menos me movía bien? —Nos reímos por su pregunta y luego Valentina intenta hacerle una imitación de su baile.

—Fue algo como así. —Dice moviendo las caderas en círculos y la mano como si tuviera una soga, como si fuera una vaquera, yo me rio y Cloe entierra la cabeza en sus manos.

— No puedo creer que haya hecho eso. —Dice haciendo un falso gesto de horror. Pero, al final se olvida de su vergüenza y se pone de pie para según ella mostrarnos como es en realidad, todas terminamos riéndonos de su demostración exagerada.

—Creo que esto ya casi está listo. —Les digo cuando nuestro ataque de risa muere, Cloe se pone de pie y sale apresuradamente de la cocina diciendo que irá a darse una buena ducha antes de desayunar.

Mientras que Cloe llega Valentina me ayuda, lo arreglamos todo en el pequeño comedor de la cocina y esperamos a nuestra resacosa amiga, que entra a la cocina completamente cambiada unos minutos más tarde. Su cabello está húmedo y peinado, además ya no hay rastro de maquillaje corrido en su rostro, se ve mucho mejor que cuando entro por primera vez a la cocina.

Luego de modelar, mostrándonos según ella la verdadera Cloe, nos sentamos a desayunar cómodamente, le contamos de la invitación que le hizo Alejandro a Valentina y como supusimos ella enloquece y grita felicitándola por su logro. Charlamos durante el resto del desayuno y cuando terminamos Cloe se ofrece a lavar los platos ella sola, puesto que nosotras preparamos el desayuno, mientras tanto Valentina y yo aprovechamos para bañarnos y organizarnos.

Nos quedamos hasta después del medio día por lo que almorzamos juntas y chismeamos un poco más, luego de eso Tina (cómo ha pedido Valentina que la llamemos) y yo esperamos frente al edificio de Cloe para conseguir transporte, le hago prometer que me avise en cuanto llegue para quedarme tranquila, luego nos despedimos y cada una toma un rumbo distinto para llegar a casa.

En cuanto llego a mi departamento descanso un poco más, realmente trasnochados mucho, llegamos al departamento de Cloe casi a las cinco y media de la mañana.copy right hot novel pub

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