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(COMPLETA) Descubriendo El Placer

Capítulo 60

El sonido del tono de llamada de mi celular me hace dar un respingo, me fijo en la pantalla y veo el nombre de Dylan entonces contesto rápidamente.

—Hola. —Susurro bajito en modo de saludo.

—Cielo, ¿cómo estás?

—Bien, un poco confundida siendo sincera, ¿tú?

—Yo en realidad también lo estoy, ¿tenía alguna nota?, tal vez ahí encuentres algo. —Su tono es un poco tenso, imagino que esta situación no le gusta para nada.

—La tenía, pero en ninguna parte decía en nombre del remitente o algo así.

—¿Que decía la nota? —Su pregunta me deja muda por unos segundos.

—Emm bueno, nada revelador la verdad. —Sé que hago mal al no querer contarle, pero la verdad prefiero ignorar que ya tengo sospechas sobre quien es la persona que mando las rosas.

—Bueno, nada perdemos con que me cuentes que decía, anda dime. —Al escuchar su tono más tenso aún decido contarle lo que dice, en cuanto releo la frase de la nota él maldice bajito. — ¿Tienes alguna idea de quién te enviaría algo así? —Estoy por contestarle cuando Cloe irrumpe en mi oficina con unas carpetas en las manos, en cuanto ve el ramo de rosas las deja a un lado y se acerca a ellas para mirarlas por todos los ángulos posibles con una expresión de asombro en su rostro haciéndome reír.

—¿Qué pasa? —Me pregunta Dylan.

—Es solo Cloe, acaba de llegar a mi oficina y está deleitándose con la vista del enorme ramo de rosas. —Escucho que se ríe bajito, de seguro imagina que Cloe está haciendo alguna locura.

—Escucha, te llamaré en la hora de almuerzo y hablaremos bien, lo siento si me puse un poco idiota, es solo que la idea de que alguien te mande rosas con un mensaje como ese no me gusta mucho, te dejo para que hables con Cloe, te quiero. —Me dice con un gran suspiro.

—No te preocupes, te quiero más, hablamos más tarde.

Cuelgo la llamada y veo la emoción en el rostro de Cloe, realmente me siento mal por tener que bajarla de la nube, lo más probable es que piense que las envió Dylan.

—¡Dios florecilla! Tú bomboncito sí que es una ternura. —Suspiro audiblemente cuando escucho sus palabras, ella me mira con el ceño fruncido.

—Pues no, las rosas no son de mi bomboncito, en realidad no sé de quién sean.

—¿Cómo que no son de él?, ¿Estás segura?

—Totalmente, yo también imaginé que eran de él, pero cuando le escribí para agradecerle me aclaró que no me ha enviado flores y entonces no sé de quién sean, no hay ningún remitente en la nota que traían.

—¿Nota?, Quiero verla, tal vez así podremos descifrar quién es tu admirador secreto. —Me rio por la emoción de sus palabras y negando con la cabeza le entrego la nota que traían las flores, en cuanto la lee da un silbido bajo que me hace reír, pero en cuanto me mira con seriedad se me borra la sonrisa y suspiro fuertemente.copy right hot novel pub

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