Al día siguiente todo marcha bien en el trabajo hay bastante movimiento pues estamos en fechas de publicaciones, a la hora del almuerzo algunos compañeros nos reunimos en un restaurante que hay cerca y almorzamos juntos, Adam no pierde la oportunidad para intentar mortificarme con bromas sobre el regalo que le ha dado Danilo a Dylan, pero Cloe y Ruth me salvan de sus garras inmediatamente

Hablamos sobre lo bien que la pasamos en la fiesta y las risas no faltan en la mesa, Cloe se encarga de molestar un poco a Adam sobre lo mucho que tuvo que rogarle a Ruth para que saliera con él, todos disfrutamos de la especie de debate que se forma entre ellos sobre lo bueno que es Adam para Ruth, la susodicha solo ríe sin opinar nada, creo que ninguno se atreve a meterse en una discusión con Adam o con Cloe, ambos son demasiado parlanchines por lo que saldríamos perdiendo desde el comienzo.

Después de disfrutar un poco más el divertido almuerzo pagamos la cuenta entre todos y nos devolvemos para la editorial, despedimos a algunos antes de subir al ascensor y a otros en el piso de redacción, los demás llegamos hasta el área de ilustración y edición, allí cada uno se dirige hasta su puesto, Cloe me acompaña hasta mi oficina y después de charlar un poco se marcha hacia la suya.

En cuanto me quedo sola cierro la puerta y me adentro en el baño para asearme, luego de eso me sumerjo de nuevo en mi jornada laboral. Hablo un poco con Dylan en el transcurso del día, pero al parecer él también está en una época de bastante trabajo en la emisora, por lo cual hablamos un poco por algunos mensajes, las llamadas debemos dejarlas para más tarde.

Termino la jornada un poco cansada, hoy tuve que encargarme de muchas obras que corregí y debían ser publicadas, así como varios libros que ilustre, me despido de algunos compañeros que aún están en sus oficinas y tomo el ascensor hasta el estacionamiento, apenas llego camino rápidamente hasta mi moto, estoy abriendo el compartimiento para sacar el casco y guardar mi bolso cuando una voz me detiene.

—Señorita Brooks. —Un desagradable escalofrío me recorre por completo y volteo rápidamente para encontrarme con una fría y negra mirada que me congela en mi lugar.

—Se-señor Zapata. —Lo miro fijamente y me tenso un poco cuando empieza a caminar hacia mí.

—¿Cómo está?, tiempo sin verla. —Detiene sus pasos y me mira de arriba abajo con un gesto serio en su rostro.

—Bien, ¿Usted qué tal? —Intento parecer despreocupada rodeando mi moto y colocándola como escudo entre nosotros, trato de seguir con mi tarea de abrir el compartimiento y él me mira en silencio guardando sus manos en los bolsillos de su pantalón.

—He estado mejor, ¿Le conto su jefa que habló conmigo hace unos días? —Su pregunta me deja sorprendida, pero trato de no dejar caer mi actuación de indiferencia a pesar de todo.copy right hot novel pub