La semana pasa rápidamente y cuando menos lo pienso es viernes, Matías ha venido a hablar con Dylan y llevan un buen rato encerrados en el despacho, mientras tanto yo preparo algo de comer; aprovecho la soledad para perderme en mis pensamientos, la preocupación me consume por completo, últimamente Dylan ha estado distante, como en otro mundo, algo callado y eso sí que no es normal en él, por lo que estoy muy preocupada, espero que no esté sucediendo nada malo; no hemos tenido ninguna discusión y yo no he vuelto a ocultarle nada, así que no sé qué pueda pasarle y el hecho de que Matías haya venido a verlo me inquieta aún más.

Intento concentrarme en terminar de preparar la cena tarareando varias canciones en el proceso; estoy terminando de lavar algunos utensilios que utilice para preparar la cena, cuando escucho que la puerta del despacho se abre, las voces de Dylan y Matías se empiezan a escuchar cerca de la cocina por lo que me apresuro a terminar de limpiar la cocina.

—Bueno querida cuñadita, yo los dejo. —La voz de Matías se hace presente en la cocina y yo volteo a verlo con el ceño fruncido.

—Emm yo preparé la cena, esperaba que nos acompañaras a cenar. —Al parecer mi invitación lo toma por sorpresa pues me mira con asombro ladeando un poco la cabeza, dirige su mirada a Dylan y cuando este le da un leve asentimiento vuelve a mirarme con una sincera sonrisa en su rostro.

—Oh, bueno siendo así… no puedo rechazar esa tentadora oferta y es que huele malditamente bien. —Me sonrojo un poco por su comentario y asiento levemente, para luego dirigirme hasta los altos estantes de la cocina.

Antes de tener que estirarme y ponerme en las puntitas de mis pies, Dylan se acerca a mi espalda y me ayuda dejando un beso en mi cabeza haciéndome sonreír; nos ocupamos juntos de acomodar los platos en la barra y luego yo sirvo la cena, Dylan y Matías me esperan antes de empezar a comer y cuando me ubico al lado de mi gigante todos empezamos a degustar lo que he preparado.

— ¡Dios mío! Esto está realmente bueno. —Dice Matías cerrando los ojos, Dylan asiente estando de acuerdo y yo bajo mi mirada hasta mi plato sintiendo que me sonrojo.

La cena transcurre en un ambiente calmado, Matías nos comenta nuevos casos con los que ha tratado en la estación y yo lo interrumpo varias veces para hacerle algunas preguntas, realmente agradezco su presencia esta noche, pues la actitud de Dylan está mucho mejor, lo único que espero es que siga siendo así cuando su hermano se vaya.

Al final, Matías se empeña en ocuparse de los platos mientras que Dylan lo ayuda y yo solo me siento a verlos trabajar juntos, luego de eso Matías se despide dejando un beso en mi mejilla y agradeciéndome de nuevo por la cena y su ración extra, ya que aproveche que había preparado bastante y le empaque comida para que llevara a casa; cuando se despide de Dylan le da una mirada de advertencia, mientras le dice algo en tono bajito, después de eso se va.

En cuanto nos quedamos solos un gran silencio invade el departamento y siento que la actitud de Dylan cambia de nuevo, lo cual rompe mi ánimo por completo; caminamos juntos hasta la sala y yo suelto un suave suspiro antes de atreverme a hablar.

—Yo… iré a preparar mis cosas para el trabajo. —Empiezo a caminar con dirección a la habitación cuando una gran mano me detiene.

—Espera, pequeña. —Me dice Dylan haciendo que lo mire. —Lo siento… Yo… sé que me he estado comportando como un idiota y lo siento. —Mientras habla me acerca a su cuerpo y yo me muevo de buena gana.

—Está bien, cuando quieras hablar conmigo estaré para escucharte.copy right hot novel pub