—Ya, quédate quieta. —Me reprende Cloe mientras que me aplica según ella, los últimos toques de maquillaje.

—Lo siento, es que me haces cosquillas. —Intento no moverme mientras ella continúa con su tarea.

Realmente no soy muy fan de maquillarme, por lo que cuando Cloe llegó con todo su arsenal de maquillaje yo ni siquiera sabía para que eran la mayoría de los accesorios que traía con ella; mi amiga se tomó su trabajo de alistarme para la fiesta totalmente en serio, pues apenas llegó a mi departamento me obligó a quedarme en mi bata de baño, sentada en mi tocador dejándola ocuparse de mi rostro; intento no moverme demasiado, pero es que ya lleva más de veinte minutos revoloteando a mi alrededor y estoy un poco impaciente por ver como estoy quedando. Luego de uno minutos más Cloe se separa de mí y me mira de lejos dando un pequeño asentimiento de aprobación.

—Bueno, creo que has quedado lista y muy hermosa florecilla. —Me pongo de pie lentamente y luego me acerco hasta el espejo para mirarme fija y atentamente.

—Wow, me veo… extraña, pero linda. —Le digo a mi amiga en voz baja, el maquillaje resalta mi rostro y me hace ver bastante linda, no es nada extravagante, se ve más bien delicado.

Lentamente me separo del espejo y le sonrío a Cloe dándole mi aprobación, dejo a mi enérgica amiga retocándose el maquillaje y me acerco hasta mi armario buscando mi disfraz; luego me encierro en la baño y me enfundo en él. Cuando estoy lista me miro en el espejo y una tonta sonrisita se me escapa, definitivamente no veo la hora de que Dylan me vea, en cuanto salgo Cloe se ocupa de mi cabello atándome dos coletas bajas adornadas con cintas rojas para terminar de darle el último toque a mi disfraz de Caperucita; por último me mira y me hace dar una vuelta para poder revisar bien como he quedado.

—Bueno, creo que ahora estamos listas para la fiesta. —Me dice mirándose en el espejo de mi tocador, ella ha decidido vestirse en mi departamento antes de irse al de Miguel, así que ahora tengo a una hermosa vikinga delante de mí.

—¿Crees que a Miguel le guste mi disfraz? —Me dice acomodándose un poco una de sus largas trenzas.

—Por supuesto que sí, ¿Eso quiere decir que tampoco has permitido que él vea tú disfraz?

—No, quería sorprenderlo, además él prometió irse a casa de uno de sus amigos de la universidad para alistarse y así darme tiempo y espacio para poder dejar su departamento listo. —Me rio un poco al imaginar la cara del conserje del edificio que este de turno al ver entrar un montón de gente disfrazada, ya que estamos un poco alejados de octubre.

—Estoy segura de que a Miguel le encantará como te ves, porque estás completamente hermosa, Cloe.

—Gracias florecilla, pero tú no quedas nada lejos de mí, ya verás cuando el bomboncito de Dylan te vea, creo que se le caerá la baba tan solo con mirarte.

Sus palabras me hacen reír mientas niego con la cabeza, definitivamente mi amiga jamás cambiará, está completamente loca. Me quedo un buen rato hablando con ella sobre los detalles de último minuto que ha decidido añadirle a la fiesta luego ella se marcha dejándome sola para esperar la llegada de Dylan, pues ya hay algunas personas llegando a ayudarle en lo que necesite, principalmente de la familia de Miguel.copy right hot novel pub