Cuando es hora de irnos a la fiesta Dylan refunfuña varias veces alegando que no ha sido tiempo suficiente para besarnos, pero mis labios rosados e hinchados no opinan lo mismo; recogemos los regalos que le llevaremos a Miguel, nos desplazamos hasta el departamento del lado tomados de la mano y creo que es un cuadro bastante gracioso: Una Caperucita roja y un lobo feroz (Bastante sexy y caliente) caminando tomados de la mano tranquilamente.

Apenas tocamos, un alto y hermoso vikingo nos abre la puerta con una sonrisa enorme en su rostro, definitivamente Cloe hizo un muy buen trabajo escogiendo los disfraces; Miguel nos analiza de los pies a la cabeza con asombro.

—Vaya, ustedes realmente son una pareja bastante caliente. —Dylan ríe bajito al escuchar sus palabras mientras que yo me sonrojo escandalosamente, me acerco a mi vecino sexy y le doy un beso y un abrazo felicitándolo por su cumpleaños, le extiendo su regalo y luego entro en su departamento.

Noto que ya hay varias personas con curiosos disfraces vagando por ahí, logro ver una policía y un preso bebiendo y hablando en un rincón con una Barbie y un ken, en el balcón hay un Peter pan con una campanita riendo de algo; al fondo logro ver a Cloe hablando con un alto chico disfrazado de pirata; en cuanto mi amiga me ve me hace un gesto para que me acerque, apenas llego hasta ellos Cloe me presenta al chico como Mauricio, uno de los primos de Miguel, hablo un poco con el carismático chico hasta que Dylan llegan a mi lado, entonces los presento y nos quedamos hablando los tres, al final una hermosa chica disfrazada también de pirata se nos une y Mauricio nos la presenta como su prometida.

La noche transcurre divertida y ya nuestros amigos están todos aquí, Valentina y Alejandro han venido disfrazados de Mario Bross y su princesa, Lisa ha venido con Matías y ambos están de rey y reina de corazones, creí que a Cloe le iba a dar algo en cuanto le presente al hermano de Dylan, pero al final lo supo disimular muy bien.

Ruth y Adam llegaron hace poco y creo que sus disfraces han sido de los más graciosos que he visto, Ruth está disfrazada de pastorcita mientras que Adam es un sexy corderito que tiene una correa en su cuello, por lo que a donde va Ruth, Adam la sigue, Dylan y Miguel lo molestaron bastante cuando llegaron, pero mi compañero se defendió diciendo que hace mucho tiempo que Ruth lo tenía encadenado, su defensa nos hizo suspirar a todas las chicas y sonrojar bastante a Ruth.

Los últimos en llegar fueron Danilo y Kathy, ellos están disfrazados como chucky y su novia, en el momento en que los vimos entrar, Dylan me comunicó que Cloe no podría haber escogido mejor disfraz para su mejor amigo, pues él es bastante travieso y maquiavélico a veces, yo solo pude negar con la cabeza, ni siquiera intente reprenderlo, pues sé que Danilo a veces es demasiado travieso y maldadoso.

A medida que avanza la noche logro reparar disfraces bastante peculiares, uno que llamó bastante la atención de Dylan y mía, fue el de unos compañeros de Miguel, en donde la chica era una titiritera mientras que su novio era el títere, se veía bastante interesante sobre todo por las cuerdas que colgaban del cuerpo del chico.

La noche transcurre entre risas, bebidas (sin alcohol para nosotros) y bailes, bastantes bailes debo decir y me siento genial de poder disfrutar de estar entre los brazos de mi gigante mientras que una suave, romántica y lenta melodía resuena por el departamento, pero no solo hemos disfrutado de bailes lentos, pues Cloe se ha ocupado de poner canciones para que todos bailemos y disfrutemos. Hasta ahora me he sentido bastante a gusto en la fiesta, disfrutando de los chistes sin sentido con los que resulta Adam y los comentarios graciosos y exagerados que hacen Cloe y Lisa sobre algunos disfraces que hemos visto en la noche. Después de hablar por un buen rato, la gente empieza a dispersarse dirigiéndose al centro de la sala, el cual ha sido despejado para ser usado como pista de baile.

—¿Bailas conmigo? —Me dice Dylan al oído haciéndome estremecer, asiento suavemente y tomo su mano dejando que me guie a un lugar apartado para poder bailar.

La canción que ha puesto Cloe tiene un ritmo lento y a la vez sensual, Dylan me ubica frente a él y empezamos a movernos lentamente al ritmo de la música, sus manos se deslizan lentamente por mi cintura hasta llegar a la curva de mi trasero, pienso que se detendrá ahí, pero me sorprende amasando mis nalgas lenta y suavemente mientras mueve sus caderas rítmicamente contra mí; estoy por protestar cuando me da la vuelta dejando mi espalda pegada a su pecho, luego esconde su rostro en mi cuello y empieza a dejar besos en él.

Sigo moviéndome lentamente contra él, mirando alrededor por si alguien ha reparado en nuestro baile un poco íntimo, pero me relajo al ver que la mayoría de las parejas bailan de la misma manera; Cloe ha adecuado el lugar poniendo luces tenues para que la gente baile más cómodamente, luego de unos segundos me relajo contra Dylan y dejo que guíe nuestros cuerpos lentamente al ritmo de la sensual música.

En cuanto la canción va terminando empiezan a sonar los acordes de otra canción con un ritmo parecido y siento que Dylan se pega más a mi cuerpo dejándome sentir como su pene empieza a ponerse duro, mi respiración se acelera y doy un respingo cuando él muerde mi cuello, estoy por pedirle que se detenga cuando una de sus manos acaricia sutilmente el lado de uno de mis pechos y con la otra toma mi mentón con delicadeza y ladea mi rostro para unir nuestros labios con hambre, le correspondo el beso inmediatamente dejándome llevar por las intensas sensaciones que me provoca y solo cuando necesito desesperadamente aire rompo nuestro beso.

Vuelvo a mirar alrededor un poco preocupada, entonces noto a Cloe y Miguel en el centro de la pista besándose vorazmente sin importarle quien los ve, mientras que sus cuerpos se mueven lentamente al ritmo de la música, en el momento en que él estrecha con fuerza a Cloe entre sus brazos y acaricia su espalada bajando hasta su trasero, retiro la mirada; creo que nosotros no somos los únicos que nos dejamos llevar por la pasión.

No sé por cuánto tiempo nos hemos quedamos bailando o como he terminado de nuevo frente a Dylan, soy consciente de que la mayoría de invitados aún están bailando las melodías sensuales y lentas que siguen sonando en el departamento y sé que mis labios palpitan dolorosamente por todas las veces que él los ha mordisqueado, mis pies ya duelen por estar de pie, pero eso no me impide tener las manos dentro del overol de Dylan mientras acaricio lentamente sus abdominales, puedo sentir su dura erección contra mi vientre y por la forma en que respira pesadamente junto a mi oído y la manera en que se aferra con fuerza a mis caderas, sé que está más que listo para irse y en realidad yo también lo estoy, me siento mojada e incómoda y quiero que estemos solos por fin para que me haga suya.

—¿Estás lista para irte? —Me pregunta Dylan en cuanto la canción que bailábamos termina.copy right hot novel pub