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(COMPLETO) Las crónicas de Aralia (2): Reina

XLII

Después de aquel episodio, Kendall me había conducido hasta una de las mesas que se encontraban al lado del arsenal que poseían los cazadores.

—Me falta por enseñarte los lanzagranadas y las ballestas —me dijo—. Estoy seguro de que Estas últimas te encantarán. Después te mostraré los distintos tipos de municiones según la criatura que quieras atacar. Todos tienen una debilidad y debemos aprovecharla.

Kendall tenía razón: la ballesta me gustó casi tanto como una pistola. Era muy ligera y podía disparar con una sola mano, aunque Kendall me recomendó que lo hiciera con las dos.

—Bien, veamos las municiones, ¿quieres?

Abrió uno de los enormes cajones que había en la pared y me mostró diferentes tipos de balas. Cogió unas plateadas y me puso una en la palma de la mano. Estaba fría al tacto y pesaba un poco.

—Son balas de plata —me explicó—. Muy útiles contra hombres-lobo, pero se las arrancan de la piel con insultante facilidad. Hay que darles en el corazón o en la cabeza si quieres acabar con ellos con estas balas. Normalmente las llevamos como recarga, pero no como munición principal.

—Entonces, ¿qué usáis para matarlos? —le pregunté mientras le devolvía la bala.

—Esto.

Sacó una bala muy inusual. Parecía hecha de cristal y por dentro burbujeaba un líquido espeso y plateado.

—Es plata líquida —cogí la bala para examinarla mejor y estaba bastante caliente—. Mucho más efectiva que las otras, ya que éstas no pueden extraerlas. Suele ser increíblemente efectiva contra hombres-lobo normales.

—¿Qué quieres decir con «normales»? —fruncí el ceño.

—Estas balas no matan a betas ni a alfas —me miró fijamente—. No matarían a Eiden a menos que le atravesaran el corazón o la cabeza.

—Como las balas de plata sólida.

—No —sonrió—. Una bala de plata sólida en la cabeza de un alfa no surtiría efecto. Quizás en un beta pudiera dejarlo inconsciente unos minutos, pero nada más.

—Entonces, los alfas son difíciles de matar, ¿no?

—Solo los cazadores más experimentados han matado a un alfa y han vivido para contarlo —guardó la bala de plata líquida y me miró a los ojos—. Axel es el único cazador que ha acabado con dos alfas y un beta.

—Entiendo.copy right hot novel pub

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