Zahir, no esperó más y la besó, tomándola con fuerza de la nuca acercando su boca a la de él, arremetiendo furiosamente con sus labios. Ella se negó a responderle y se mantuvo inmóvil, entonces él se alejó un poco y la miró con sus ojos grises fijos en ella.
-¿Qué?, ¿No son suficientemente bueno mis besos para usted?- le dijo burlonamente.
-No lo sé- ella hizo un mohín de estar pensando, aun envuelta por sus labios- he probado mejores- Zahir, lo miró contrayendo la mandíbula.
-No lo creo- sonrió de lado- los míos son de los mejores.
-No se equivoque, Alteza- le dijo riendo con ironía- si hay alguien que da de los mejores, esa soy yo- le sonrió con malicia. Queriendo devolverle un golpe a su ego. Le envolvió en cuello con ambas manos y se acercó a su boca- reciba usted uno de los mejores besos.
Tocó sus labios con los de ella, los acarició suavemente y los escuchó suspirar, se pegó más a él restregando su cuerpo, cuando él suspiró con más fuerza, sosteniéndola de la cintura. Movió sus labios contra los de él, sintiendo un exquisito calor inundando su ser, lo besó con más pasión para luego hundir su lengua en la masculina boca, recorriéndola con intensidad. Gimió mientras El Príncipe deslizaba sus manos por la femenina espalda, y cuando sintió la increíble masculinidad del Príncipe contra su abdomen, cortó el beso de inmediato y se separó sonriendo con ironía.
-Ese si es un beso, Alteza- y se giró para marcharse, mostrando tranquilidad, pero estaba terriblemente perturbada. Quiso darle una lección y terminó sintiéndose acalorada y nerviosa, casi al punto de no poder controlarlo.
-Ivette, ven acá- caminó hacia ella- ¿No pretenderas dejarme así?- su voz era entrecortada, entonces se giró hacia él y lo miró con autosuficiencia, le dedicó una sonrisa y se marchó.
-¡Ivette Cooper, me las pagarás!- le dijo, mientras ella se alejaba riendo.
Esquizbel. . .
Llevo nuevamente la copa a mis labios y disfruto de un nuevo sorbo de aquel exquisito vino. Es tan exquisito como será mi venganza, llevo meses planeando la manera de hacerme de la corona, y al fin vengar así a mi padre, vengar el hecho de que mi padre hubiese sido despreciado por mi abuelo. Eso no se quedaría así, yo seré quien cumpla en sueño de mi padre, el sueño de ser El Soberano de Norusakistan.
-Señor. . . .- le interrumpe su hombre de confianza- ha llegado a quién usted esperaba- una sonrisa de maldad se instala en su rostro.
-Hazle pasar, estoy ansioso por saber lo que tiene que decirme a mi propuesta.
-Sí, señor. – A los pocos segundos regresa con su visita.
-Señor Esquizbel- le saluda con voz nerviosa- tengo entendido que usted quiere hablarme.
-Así es- le sonríe- te tengo una propuesta.copy right hot novel pub