Cuando llegaron al apartamento, todo estaba oscuro, aparentemente no había nadie. Así que después de comprobar las habitaciones y descubrir que efectivamente, nadie estaba en casa, decidieron descansar un poco. Isabella alimentó a Nael, con la mamila y luego lo dejó dormir tranquilamente.
Ivette, estaba en su habitación, empezando a soñar cuando el teléfono timbró desesperado. ¿Quién podría arruinarle así la siesta?
La pantalla alumbro. . .
James. . .
¡Santo Dios!, había olvidado a James, por completo.
-Hola, James.
-Hasta que puedo comunicarme contigo Vetty. ¿Cómo estás?
-Muy bien, James. He tenido días bastante ocupados.
-Lo imagino- suspiró- ¿cuándo vuelves?- preguntó triste.
-He regresado hace algunas horas, precisamente estaba empezando a dormir para lograr descansar un poco.
-Lamento haberte despertado- se disculpó- me alegra tanto que estés de regreso- dijo con voz llena de alegría.
-Sí, a mi también- mintió, lo que más deseaba era estar en Norusakistan, junto a Zahir.
-¿Podríamos vernos para cenar?- preguntó ilusionado.
-No lo creo James, he regresado porque mi hermana tuvo una emergencia, así que no podré estar disponible por un par de días mientras la ayudo, pero te prometo que en cuanto me desocupe iremos a cenar.
-Esperaré ansioso Vetty, son muchos días sin verte.
-Lo sé y me disculpo. Pero prometo llamarte pronto.
-De acuerdo, preciosa. Te dejo entonces para que descanses. Un beso- y así cortó la comunicación. Ivette, suspiró agotada. Tendría que hablar con él y explicarle todo.
Dejó el celular sobre el buró y se acomodó nuevamente para dormir.
Abrió los ojos y se quedó contemplando el techo mientras suspiraba. Hacía solo horas que se había alejado de él y ya lo extrañaba. Ese era un gran problema para ella, por eso se había negado a darle acceso a su vida, sabía que él la pondría de cabeza.
Era tan maravilloso pensar en él y revivir todo lo que le había hecho sentir la noche anterior. Jamás pensó que podría ser tan lindo, tan perfecto.copy right hot novel pub