Tenía que dejar de pensar en ello. Ya no tenía sentido averiguar si Aurora había hecho ese espectáculo deliberadamente para Declan.

Esa promesa una vez le perteneció, pero ahora que se lo dijo a otra mujer, entonces ya no tenía más sentido insistir en aclarar los hechos.

Elizabeth regresó a su habitación con pasos pesados.

Mónica se levantó de un salto en cuanto escuchó a alguien abriendo la puerta, al ver su rostro más pálido que antes, se enfadó,

—¡¿Qué ha pasado?!

Elizabeth negó con la cabeza, sin ganas de hablar, se acostó en la cama, cerró los ojos y no dijo nada.

Mónica chequeó su cuerpo por si tenía alguna herida. Luego de confirmar que no estaba herida se quedó más tranquila pero la regañó,

—Es que de verdad, no entiendo por qué has ido a verla…

Como la cabeza de Elizabeth había dejado de funcionar, las palabras de Mónica fueron bloqueadas automáticamente.

Después de dormir toda la mañana, Elizabeth abrió lentamente los ojos. A su vista estaba el techo blanco, acompañado del olor a desinfectante que molestaba a su olfato.

Dio un suspiro, se sentó de la cama y notó que Mónica casi se estaba quedando dormida.

Mónica volvió la cabeza aturdida y dijo,

—¿Estás despierta? Iré a comprarte comida…

—Gracias, pero no hace falta —habló con voz ronca mientras negaba con la cabeza, luego se puso de pie.

—Quédate durmiendo. Me aburro aquí, por lo que saldré a dar un paseo.

—¿Ahora? —Mónica no estaba consciente del todo, así que dijo, —Vale, pues tráeme comida cuando vuelvas.

—Ok —Elizabeth salió de la sala, cerrando la puerta con suavidad.

Directamente fue a la calle que estaba enfrente del hospital para comprar comida. Se encontraba mucho mejor cuando estaba de regreso.

Mientras caminaba de repente se escuchó una risita a su espalda, aunque no era fuerte, consiguió que Elizabeth entrara en tensión.copy right hot novel pub