Modo oscuro
Idioma arrow_icon

CUÁNTO TIEMPO

Capítulo 32: Reencuentro de viejos amigos

Sus labios finos seguían apretados como ella recordaba. El hombre tenía una cara perfecta, pero inexplicablemente emanaba una frialdad que hacía que los demás se orinasen del miedo.

Se quedó mirando a Elizabeth por mucho tiempo sin ninguna expresión.

—¿Romeo? —Elizabeth preguntó con sorpresa.

Antes de que Romeo Reyes le respondiera, Mónica se rio,

—¡Ah, sí! ¡Se me olvidó decírtelo! Les he avisado de que has vuelto al país… Romeo, ¿has venido porque te has enterado de la noticia? No me digas que esto es pura casualidad, no me lo creo…

Lo de “casualidad” les recordó algo de hace siete años.

Hace siete años, Romeo estaba de prácticas en un hospital. No tenía tanto tiempo libre, pero a menudo se topaba con Elizabeth por “casualidad”. Siempre y cuando Elizabeth necesitaba que alguien le echara una mano, Romeo aparecía por casualidad. A Elizabeth le sorprendía tal coincidencia, pero también estaba agradecida al respecto.

A pesar de que el pasado se quedó atrás, en este reencuentro de los viejos amigos, los acontecimientos que estaban en sus memorias volvieron a ocurrir.

—No —Romeo respondió sorprendiendo a todos—. No es una casualidad, sé que has vuelto, por eso vine a verte a propósito.

Elizabeth miró a Romeo asombrada.

No había cambiado mucho en los siete años, seguía teniendo una piel tan buena que las chicas tendrían envidia, a lo mejor estaba aún más bronceada, y su voz era más baja. En fin, ahora él ya era todo un hombre.

—Parece que no hubieras cambiado nada, pero parece que has cambiado mucho. —Elizabeth se rio.

—¿Sí? —Romeo también se rio, en verdad rara vez se reía, por eso cuando lo hacía daba una sensación de que brillaba más—Tú más bien te ves diferente a lo que eras antes.

Elizabeth se limitó a sonreír.

Romeo dudó en hablar y finalmente apretó los labios con fuerza y dijo, —Sube al coche, vamos a cenar, tómalo como una cena de bienvenida.

Elizabeth vaciló un poco antes de asentir con la cabeza,

—Vale.

Mónica era la más emocionada, no pudo evitar gritar,

—¡Claro que sí! Elizabeth, seguro que no te has enterado de que Romeo es un médico súper famoso en Ciudad Río!

Elizabeth se rio con ella, luego se subió al auto sin percatarse de la mirada sombría que había detrás de ella.

—¿Entonces tu carrera va viento en popa? —preguntó.copy right hot novel pub

Comentar / Informar problema del sitio