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CUÁNTO TIEMPO

Capítulo 40: Declan, ¿estás loco?

Declan la ojeó, luego de repente se inclinó y dijo en voz baja que solo ellos dos podían oír,

—¿Tienes miedo?

Ese gesto parecía cariñoso a los ojos del resto, de pronto recordaron los rumores de esta mañana. Algunos valientes sacaron sus móviles con intención de tomar fotos a escondidas.

«¡Si subo esta noticia bomba en Internet, seguro que conseguiré muchos fans! Pero no me atrevo… Según el temperamento del señor Declan, no dejará que nadie suba esas fotos…», pensó alguien.

Elizabeth retrocedió, mirando la expresión de Declan, dijo,

—Tengo trabajo por hacer…

—Elizabeth, ¿no tienes otra excusa? —Los ojos de Declan están llenos de desprecio y disgusto.

—No entiendo por qué nos torturamos y no nos dejamos en paz. Está claro que los dos sufrimos, ¿aun así insistes? —Elizabeth miró el rostro de Declan, finalmente no pudo aguantarlo más— No me tortures más, Declan.

El rostro de Declan se volvió frío de un segundo para otro.

—¿Nos torturamos…? —dijo en voz baja, después de una pausa, continuó

—¿Y no nos dejamos en paz…? ¿Nos? Elizabeth, ¡estás equivocada! Solo yo te estoy torturando, pero eres tú quien me estás molestando. ¿Entiendes?

—Cuándo he…

—Sé que no hiciste nada —Declan dijo, la ira se apoderó de todo su cuerpo—. Pero no me has dejado en paz.

«No hiciste nada, pero no me has dejado en paz».

Elizabeth no lo entendió, se quedó mirándolo fijamente durante un buen rato, sin saber qué responder.

Los de la oficina no se enteraban de nada, como Declan lo dijo para los oídos de Elizabeth, la gente solo vio que los dos susurraban entre ellos.

Elizabeth apartó a Declan para entrar en su oficina.

Declan rápidamente tiró de ella y cerró la puerta. La postura de los dos era un poco rara. Como el hombre seguía sujetando el pomo, parecía que estaba medio abrazando a Elizabeth.

—¿Qué es lo que quieres? —Elizabeth no lo soportaba, no pudo evitar subir el volumen, hasta le temblaba un poco la voz.

No podía acercarse tanto a Declan. Cada parte de su cuerpo era una atracción para ella. Era consciente de que cada paso hacia este hombre solo la haría caer en el abismo sinfín, pero aun así saltaría hacia ese abismo…

Todo su amor estaba reprimido en su corazón. Durante esos siete años, le echaba mucho de menos y lo amaba mucho.

Declan hacía lo mismo. Pero cada vez que recordaba que Elizabeth lo dejó con tanta decisión, sentía que nunca volvería a reconciliarse con ella.

Así que para ellos, simplemente unos contactos físicos podrían estallar el fuego del amor.

Declan estaba reprimiendo otras emociones que surgían inexplicablemente en su corazón, oliendo el aroma de la mujer, sintió que era familiar pero también desconocido.

Elizabeth cerró los ojos y se apoyó contra la puerta de la oficina, contuvo la respiración porque no quería estar en contacto con nada relacionado con Declan.

Declan interpretó su expresión como disgusto.copy right hot novel pub

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