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El corazón de Señor Peréz

Capítulo 359: Este hombre es mío

El Maybach se detuvo ante la puerta del Pabellón de Río.

Hedi salió del coche y mantuvo la puerta abierta para los dos hombres del asiento trasero.

Las piernas de Senda dieron un gran paso y su alta figura apareció inmediatamente delante de todos.

Bita estaba en la puerta izquierda del coche y también bajó con elegancia.

Sin embargo, la Bita de hoy parecía muy frágil, su brazo seguía envuelto en gasas, e incluso su forma de caminar era un poco desordenada.

Era como, tan frágil que podría ser volada por una ráfaga de viento en cualquier momento.

-Señorita Bita, ¿todavía te duele la herida?- Ian la vio fruncir el ceño todo el tiempo y sintió unos momentos de preocupación.

-Sí...- Bita miró a Senda.

En cambio, Senda ya se dirigía al pasillo, y no parecía importarle cómo estuviera herida de ella.

Bita estaba un poco disgustada en su corazón, pero el hecho de que Senda hubiera hecho una excepción y la dejara descansar en su despacho durante todo el día de hoy ya se consideraba una suerte para Bita.

Originalmente, ella planeaba volver a la Ciudad L con su abuelo después de comer con Jeno López y los demás. Pero ahora, estaba herida, y quería quedarse al lado de Senda unos días más para disfrutar de ser mimada un poco más.

-Prepara el café para el señor Senda y la señorita Bita.- Dijo Hedi nada más entrar por la puerta. La criada lo preparó inmediatamente y se lo llevó a los dos.

Senda tenía la costumbre de tomar el café en el salón primero después de regresar. Sin embargo, había un deseo inexplicable de subir inmediatamente esta noche.

Aun así, él reprimió las ganas de subir y se sentó en el sofá, sorbiendo su bebido distraídamente.

Hedi quería decir algo, pero con Bita aquí, no parecía correcto mencionar esa cosa. No quería que Mauren se agravara aquí, pero ahora era obvio que Senda estaba más dispuesto a ponerse del lado de Bita.

Mauren siempre estaba debilitada en el Pabellón de Río.

Hedi sólo esperaba que Mauren lo tuviera más fácil esta vez.

-Señor Senda, si no hay nada más ...-

Antes de que Hedi pudiera terminar sus palabras, con el rabillo del ojo vio una figura femenina que bajaba lentamente por la escalera.copy right hot novel pub

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