La mañana pasó super rápida, habíamos desayunado todos juntos, Clarie había llegado con Oliver y también habían venido el hermano de Clarie, resulta que se llama Christian y un primo llamado Gregory, los dos están para morirse, bueno, eso fue lo que dijo Vanesa. Mill se la pasaba con Alejandra, en este momento estábamos metidos en el lago, chapoteando agua y riéndonos, Caleb obviamente me tenía sujeta porque no sé nadar, pero eso ya lo sabían. Eran pasados de las cuatro y el día se estaba empezando a nublar pero ojala no llueva porque en la noche haríamos una fogata.
—Te quiero, —había susurrado Caleb en mi oído, mientras me daba besos en mis hombros y en mi cuello.
—¡Consigan un hotel! —había escuchado gritar al hermano de Clarie. Sonreí y le di una beso en la boca. Esto sería como felicidad total. De pronto me vino a la cabeza Lanor, debe de estar tan solito en su casa. Me hubiera gustado llamarlo pero sé que no se sentirá cómodo.
—¿En qué tanto piensas? —preguntó Caleb mirándome.
—En nada, —le sonreí y lo volví a besar.
—Respira profundo —dijo. Lo miré interrogante—. Hazlo y besame.
Eso hice, agarré bastante aire y uní mis labios con los suyos, en eso Caleb se undió conmigo y terminamos besándonos bajo el agua. Abrí los ojos un momentos y noté que él también me miraba, los dos sonreímos y luego nos volvimos a besar.
***
La noche había caído, los varones estaban encendiendo la fogata mientras nosotras buscabamos mantas y esas cosas en mi habitación.
—Esto es lindo. —susurró Clarie.
Le sonreí, mientras sacaba la última manta y cerraba el cajón.
—Todo parece acomodarse, ¿no? —cuestionó.
Sí supieras, Clarie.
—Eso creo, bajemos. —le dije.
Bajamos y nos dirigimos a la cocina en donde estaban las demás chicas. Buscaban cosas de comer pero miré a Vane con una botella de vodka.
—Vane, ¿qué haces con eso? —la señalé con mi dedo índice.
—La encontré por ahí —respondió abrazandola aún más. —Caleb me dijo. —mintió.
Negué riendo con la cabeza y la dejé en paz, no seré una aguafiestas. Me dirigí hacia Alejandra que estaba comiendo una barra de chocolate y con el celular.
—¿Te estás divirtiendo? —pregunté, poniéndome a la par de ella.
Elevó su vista y sonrió.
—Sí, como no lo hacía en mucho tiempo —respondió.
Asentí.
—Mill parece feliz contigo —comenté.
Noté que se puso nerviosa.
—Oh, yo, l-lo siento si no te gusta que esté con él, e-es tu ex novio y... —la interrumpí.
—Ale, no pasa nada en cerio?—dije. Ella se relajó un poco—. Pero hay algo que no entiendo. Si todos los hombres y mujeres lobos tienen mates, ¿porqué estás con Mill? —cuestioné.copy right hot novel pub