Lo primero que hice al escuchar a Piper fue fulminarla con la mirada, me removía en mi lugar para intentar safarme pero era imposible, ella al observar mi vano intento de soltarme soltó una carcajada y retrocedió.
—Admito que fue muy astuto por parte de Caleb ir tras de mí, si no fuera por que me di cuenta a tiempo de que irían al lugar en donde estaba oculta, me hubieran atrapado —comentó, mirándome fijamente a los ojos—. Me hubiera gustado ver la cara de Caleb al ver que ésta vez fui más lista que él —rió— Pero bueno, como sea, más me gustará ver su expresión cuando encuentre a su querida novia en el fondo del lago. Muerta.
Tragué grueso.
Quise musitar la palabra "no te la dejaré fácil " pero el pañuelo en mi boca me lo impedía.
—¿Quieres decir algo? —cuestionó con descaro. Se acercó a mí y comenzó a quitarme el pañuelo—. Solo no vayas a gritar, sabes que no te conviene.
—Estás loca!—escupí al sentir mi boca libre. Su expresión cambió a enojo.
—Y todo es por tu culpa —espetó—.!Me quitaste a Caleb, me quitaste el apoyo de Lanor... Y a mi padre.
Fruncí el ceño al escucharla decir eso último ¿su padre? Ni siquera sé quién es.
—¿Tu padre? Creo que la lluvia te está afectando el cerebro —ataqué.
—No te hagas la chistosa, sabes muy bien de quien te estoy hablando.
Por supuesto que no lo sabía, nunca he conocido al padre de Piper.
—No tengo ni la menor idea —confesé con toda la sinceridad posible.
Piper frunció el ceño y se relajó un poco.
—Vaya, parece que papá me sigue negando —pude observar cómo su mirada se caía, quizá en el fondo me dio un poco de lástima.
La lluvia seguía fuerte y la verdad éstos relámpagos me están dando mala espina. Es ahora cuando necesito a Caleb, a Lanor ¡a quién sea! Observé mi casa, todas las luces estaban apagadas, quería gritar para pedir ayuda pero Piper volvería a ponerme el pañuelo en la boca.
—Como sea, el asunto aquí es que me has quitado a las dos personas mas importantes para mí —dijo—Y yo... —carraspeó al escuchar su voz ronca—. No estoy bien, ¿sabes? No solía ser así pero luego me enamoré perdidamente de Caleb y en ese momento lo quise solo para mí.
Hay algo que no entiendo, como dije antes, si todos los lobos tienen sus mate y éstos están destinados a estar juntos mientras vivan ¿porqué Piper no tiene uno? Porque no creo que sea Caleb.
—¿Dónde está tu mate? —pregunté, cuidando muy bien el tono en que se lo decía.
Ya estaba comenzando a temblar por el frío, creo que me enfermaré... Si es que sobrevivo. El rostro de Piper se tornó inexpresivo, mirando a un punto en especial, pensativa. Luego me miró y su expresión cambió a enojo.
—¡¿Mi mate?! —gritó exaltada, tomándome la cara con su mano, haciendo que la mirara directo a los ojos, cuyos ojos se habían tornado más oscuros—. Mi mate, Katalina Shane... —hizo una pausa—Está muerto.
Me soltó bruscamente y me dio la espalda, cruzada de brazo.
¿Su mate está muerto? Eso es tan... Triste. Y pensar que si ese chico estuviera vivo nada de ésto estuviera pasando.
—¿Muerto? —cuestioné, ocultando el pequeño nudo que se había formado en mi garganta—E-es terrible.
Se volvió a mi. Quizá no podía ver si estaba llorando o no por la lluvia, pero sus ojos estaban rojos.
Pobre, Piper.
—Sí, Katalina, está muerto.copy right hot novel pub