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Jefe Atrevido: Amor Retardado

Capítulo 355

Pero Vanesa no la miró ni una sola vez.

Llevaba Vanesa mucho tiempo esperando a que llegara Erika a la situación desesperada, pero cuando llegó este día, no se sentía tan contenta como se imaginaba, porque su vida seguía igual sin anda cambios por ella. Ahora que estaba Vanesa tan ocupada que no tenía tiempo para hacerle caso ya.

Poco después, Erika se marchó sin que se diera cuenta Vanesa.

—No bebió nada —dijo Fabiana.

Vanesa sonrió,

—Ya lo sabía.

Siendo una persona orgullosa, Erika no aceptaría ninguna clemencia de los demás.

«Así será mejor, no volverá aquí nunca.»

Mientras caminando, Erika se sintió de pronto muy sola porque sus propios padres la echaron de casa para que no hiciera nada tonterías. Se había puesto en contacto con muchos amigos y familiares, pero nadie le hizo caso. Estos días se quedaba sola en el apartamento, y ahogada. En un santiamén todo el mundo la abandonó.

Después de una inmóvil reflexión, Erika tomó un taxi para visitar a Lidia.

«La familia Icaza ya publicó nuestro divorcio y de ahí no tendríamos nada relación. Además, explicó Alexander que no tenía nada relación con esa mujer. Aunque no lo creí nada, no tengo ningún remedio que aceptarlo. ¿Cómo debería hacer ahora?»

Se detuvo el coche delante del Grupo Merazo, ahí bajó Erika, pero no entró directo, sino a un restaurante al frente de la empresa.

Por la ventana del restaurante, Erika podía mirar todo el panorama del edificio. Apenas se sentó a la mesa, Erika llamó a Lidia, y ésta la contestó sin ninguna demora,

—Hola, tía Erika, ¿cómo estás?

Erika sonrió,

—Lidia, ¿tienes tiempo ahora? Quería verte.

Lidia se quedó sorprendida,

—¿Ahora? ¿Pasó algo? Tía Erika.

—No, no pasa nada —dijo Erika sonriendo—. Sólo quería charlar contigo porque no te he visto por mucho tiempo.

Lidia suspiró,

—Lo siento, tía Erika, pasa es que estoy ocupadísima tratando los problemas con los proveedores, ¿te parece nos vemos otro día?

—Vale, no te molesto más. Otro día nos vemos —sonrió Erika forzosa.

Colgado el teléfono, Erika suspiró profundo.copy right hot novel pub

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